LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

sábado, 13 de junio de 2015

INTELIGENCIA EMOCIONAL, ESTRÉS Y BURN-OUT EN LA ENSEÑANZA

En la actualidad existe entre los profesionales de la enseñanza un clima de insatisfacción debido entre otros factores: a la falta de disciplina de los alumnos, falta de apoyo de las familias o la administración, rutinas que dificultan el desarrollo óptimo de la actividad profesional (falta de profesorado de apoyo, inadecuación de horarios…)

Uno de los síndromes de las fases avanzadas del estrés laboral crónico, es el síndrome de burn-out, también conocido como “síndrome del profesional quemado” o de desgaste profesional. Los principales síntomas son agotamiento físico y psicológico, actitud fría y despersonalizada en la relación con los demás y sentimiento de inadecuación a las tareas que se deben realizar. Estos problemas de salud mental se agravan además en algunos casos, con la aparición de alteraciones fisiológicas como úlceras, insomnio, dolores de cabeza…..y síntomas de distintos trastornos psicológicos como ansiedad, ira o depresión. Las consecuencias de esta situación, finalmente afectan tanto al profesor por bajo bienestar psicológico o por deterioro de las relaciones sociales, a la organización por absentismo o abandonos y al alumno que recibirá una educación de peor calidad.

Pero este tipo de respuesta emocional no sólo surge como resultado de una situación de estrés, sino que la propia práctica educativa conlleva situaciones críticas como: hostilidad de algunos alumnos, padres o colegas, críticas de un superior en la forma de manejar la clase, apatía ante la realización de tareas repetitivas etc., que implican el desarrollo de emociones displacenteras.

La propia situación de enseñanza genera afectos y sentimientos entre los alumnos y hacia el profesor, estas emociones mediatizan el funcionamiento de los procesos cognitivos (se está muchos más predispuesto a tomar en consideración un punto de vista, sí compartimos con el interlocutor un sentimiento de cariño y respeto).

Las emociones juegan un papel mediador en las interacciones personales, que ayuda al desarrollo de los estados anímicos en los actores y condiciona el clima del aula, además, de importantes efectos sobre el funcionamiento cognitivo, componente esencial para obtener un aprendizaje significativo y un adecuado rendimiento académico. Por eso resulta esencial incorporar el conocimiento y manejo de las emociones así como el desarrollo de competencias emocionales, dentro de la práctica docente.

Las competencias emocionales de un docente son fundamentales, para el aprendizaje y el desarrollo de esas mismas competencias en los alumnos, porque el profesor se convierte en un modelo de aprendizaje vicario, a través del cual el alumno aprende.

Este tipo de competencias emocionales en los profesores, no sólo sirven para conseguir alumnos emocionalmente más preparados, sino que además ayudan al propio profesor a tener los recursos necesarios, para afrontar mejor los eventos estresantes de tipo laboral y a manejar más adecuadamente las respuestas emocionales negativas, que frecuentemente surgen en las interacciones con compañeros, padres o alumnos.

El desarrollo de la inteligencia emocional actualmente en la práctica, está más extendido en la etapa de infantil, aunque se debe enfatizar que el desarrollo de dichas habilidades integrantes, es una herramienta útil para el afrontamiento de la conflictividad personal e interpersonal, de los centros en educación primaria y secundaria, así como para el desarrollo integral del alumno.

jueves, 4 de junio de 2015

LA IMPORTANCIA DE LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO


Lo más importante cuando se aplican técnicas de estudio, es la autoevaluación de quien aprende a estudiar, el primer objetivo es ser consciente de la forma en que se desarrolla la actividad y sobre todo, de  los resultados que se obtienen de ella.

La importancia que tiene la reflexión de quien estudia, es el primer paso para mejorar y/o aplicar las técnicas adecuadas en la consecución de sus objetivos, para ello es fundamental comenzar reflexionando sobre:

-          Nuestra capacidad asimilación de determinadas asignaturas, así como de la metodología que empleamos.
-          La relación entre la dificultad del tema y el ritmo de trabajo que desarrollamos.
-          La actualización de los conocimientos previos, para iniciarse en un estudio más efectivo y agradable.
-          El conocimiento de los elementos que favorecen un mayor aprovechamiento de: horarios, plan de trabajo.
-          La relación que unas asignaturas pueden tener con otras; es decir, el aprendizaje globalizado.

Las técnicas más útiles en el estudio y los objetivos que persiguen cada una de ellas serían:

  • El subrayado: cuyo objetivo principal es, diferenciar los conceptos principales de los secundarios, en el texto que se estudia. Su finalidad es el ahorro de tiempo en la lectura y facilitar su asimilación. Las ventajas de esta técnica son las siguientes:
-          Ayuda y estimula la capacidad de concentración.
-          Fomenta la comprensión lectora.
-          Facilita la elaboración del esquema
-          Aumenta la efectividad del repaso.
Para subrayar hay que tener en cuenta, los conceptos principales y las frases breves con sentido propio.

  • El esquema: nos sirve para, tener una idea clara sobre los aspectos de que trata el tema, así como una visión global del mismo. Ayuda significativamente a la fijación visual y mnemotécnica del mismo.
Cada materia y asignatura suele tener un tipo específico de esquema.

  • El resumen: trata de simplificar al máximo, el contenido del tema. A la hora de elaborar un buen resumen, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

-          Partir de las ideas fundamentales.
-          No extenderse demasiado.
-          No incluir puntos y a parte con frecuencia.
-          No perder la referencia del sentido global.
  • El repaso: en un buen hábito de estudio, es importante la motivación y reflexión que se hace sobre el repaso. Especialmente en la fijación retentiva de las ideas principales, se recomienda que la actividad de repaso sea diaria y se evite en lo posible el repaso de última hora.
La técnica del repaso para que sea efectiva implica:

-         Reproducir mental y oralmente el tema en su globalidad.
-         Explicar el tema con los apuntes o materiales delante.
-         Anotar las dudas para la consulta.
-         Repetir mentalmente la explicación del tema sin mirar.
Para un buen repaso es necesario:
-         Que los conceptos hayan sido asimilados y comprendidos.
-         Que los conceptos estén ordenados (esquema).
-         Que se realicen varios repasos cortos en lugar de uno largo.

Es necesario para la aplicación de estas técnicas favorecer principalmente en la adolescencia su uso y aplicación en el desarrollo normal de las clases, pues para que se dominen estás áreas de conocimiento, es necesario no sólo que se aprenda un pensamiento formal, sino también que se posea conocimientos específicos de dichas áreas.

Es importante además resaltar que, la memoria es importante cuando se aprende y que la adquisición de un nuevo conocimiento consiste, en último término, en su paso a la memoria a largo plazo. Este almacenamiento, no es el resultado de procesos mecánicos, sino de una elaboración activa de quién aprende, basada en su conocimiento previo y su nivel operatorio.

Las técnicas de estudio no darán otro resultado que tranquilizar la conciencia de quien las proponen, pero no serán efectivas a menos que, se vean implicadas en el desarrollo normal de las clases y sean impartidas por especialistas en la materia.