LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

martes, 27 de noviembre de 2012

LA MEMORIA: NUESTRO ALMACÉN MÁS PRECIADO

Si conocieramos más sobre nuestra memoria.
¿Sabriamos como utilizarla en nuestro propio beneficio? ¿Depende de la memoria la calidad del trabajo que realizamos? ¿Se nos valora más por la capacidad de memoria que tenemos? o por ¿Como la usamos? ¿Que tipos de memoria existen y que uso le damos?
La memoria es la capacidad que todos tenemos para retener información y experiencia, para poder hacer un nuevo uso de ella.
Es nuestro cerebro el que se encarga a través de impulsos nerviosos, de mandar la información necesaria a cada una de las neuronas relacionadas en determinado hecho o situación, de forma que cada situación vendrá marcada por un recorrido específico y para poder volver a evocarlo las neuronas deberán volver a realizar el mismo recorrido,  a través de los mismos impulsos neuronales, tantas veces como se lo indiquemos.
Pero este recuerdo del camino neuronal no siempre es posible. ¿Porque falla a veces? ¿Porque no somos capaces de recordar en determinadas circustancias? 

 
La memoria es una habilidad que presenta muchas caras, pues existen muchos tipos de memoria y clasificaciones, la más clásica es la que habla de la Memoria a Corto Plazo y la Memoria a largo plazo.
La Memoria a Corto Plazo: sería nuestra memoria inmediata, es aquella que utilizamos nada más conocer la información, depende principalmente de la capacidad de atención y tiene una capacidad de 7+-2 unidades, esto quiere decir que su capacidad es limitada (entre 5 y 9 unidades) y no podemos llegar a retener más de esta cantidad de unidades de información (palabras, cifras o imagenes) nada más presentarnos dicha información ¿Porque los números de teléfono no tienen más de 9 dígitos?.Si hacemos la prueba con un listado de palabras que nos dictan al azar y nos indican que recordemos, todas las que podamos, nos daremos cuenta de cual limitada es nuestra memoria a corto plazo, nunca llegaremos a recordar más de nueve, aunque lo intentemos.
Pero ¿Que pasa cuando manipulamos la información? ¿Cuando la relacionamos o categorizamos? ¿Cuando tratamos de razonar o comprender la información?
Estaríamos utilizando una forma específica de la Memoria a Corto Plazo, la Memoria de Trabajo, esta sería la que nos permite retener y manipular temporalmente la información, mientras se está comprendiendo algo.
¿Para que trabajamos con la información que recibimos?
Evidentemente para conocerla, reternerla y poder utilizarla cuando la necesitemos.
Pero entonces ¿donde la guardamos? ¿Si el almacen de entrada  de la Memoria Corto Plazo es tan limitado?
¿Como podemos ser capaces de retener tal capacidad de información y usarla durante años de forma eficiente?
Porque existe otro almacen de capacidad ilimitada llamado Memoria a Largo Plazo, en él la información que nos llega se conserva durante mucho tiempo, incluso de forma permanente. Se almacena en apartados diferenciados unos de otros como si fueran cajas, que cada una contiene material similar, pero que cada caja es distinta una de otra.
¿Como hacemos en nuestra mente este tipo de clasificación? ¿Como trabajamos para que en este almacen a largo plazo, este todo colocado correctamente y podamos encontrar facilmente la información que necesitamos?
Lo hacemos de dos formas, mediante lo que llamamos la Memoria no declarativa o implícita o la Memoría declarativa o explícita.
La Memoria declarativa o implícita: son recuerdos o representaciones que tenemos en nuestra mente de habilidades, destrezas o procedimientos (como montar en bicicleta, conducir, nadar, escribir en un teclado, patinar..) son procedimientos que hemos aprendido, accedemos a ellos a través de la acción, están automatizados, no nos requiere un esfuerzo mental su acceso.
También pasan a formar parte de nuestra memoria implicita, las rutinas o habitos (el recorrido que hacemos siempre al trabajo por eje) o las asociaciones de aversión o gusto hacia determinados alimentos, que nos pudieron gustar mas o menos en alguna situación pasada. Este tipo de memoria suele permanecer prácticamente intacta con la edad y podemos seguir realizando bien determinadas acciones automáticas durante muchos años, sin que apenas sufran deterioro.
Existiría también lo que llamamos una Memoria declarativa explícita: el acceso a esta memoria lo realizamos siempre de forma consciente, es este el tipo de memoria a la que con más frecuencia solemos hacer referencia cuando falla, cuando no recordamos algo, es la que más nos preocupa y alarma cuando falla y es la que antes se deterirora.
Esta memoria podemos hacer uso de ella de dos formas mediante: la memoria semántica o la memoria episódica .
Mediante la memoria semántica almacenamos los conocimientos que tenemos sobre el mundo, conocimientos generales, los conceptos y su significado a través de ella categorizamos e inferimos. Es con esta memoria con la sabemos que hay distintos tipos de fruta, o que fue Colón quien descubrió America, aunque en realidad no nos acordemos de cuando ni donde aprendimos esto.
La Memoria episódica en cambio guarda significado personal y biográfico, experiencias o hechos concretos que hemos vivido en nuestra vida, detalles sobre el nacimiento de un hijo, nuestro primer trabajo. También almacenamos las acciones o tareas que debemos realizar al día siguiente, compra, recoger al niño del colegio.
Este tipo de memoria está muy relacionada con las emociones o los sentimientos, por eso es más facil quizás recordar estos episodios y probablemente también porque, al tener importancia para nosotros, los hemos evocado más veces en nuestra memoria, los hemos recordado en mayor numero de ocasiones.
Si trabajamos con estos tipos de memoria y las trabajamos más o menos dependiendo de las experiencias vividas, deberíamos pensar que, nuestras vivencias, el trabajo que hayamos desempeñado, los estudios que hemos tenido, la familia, relaciones, viajes, experiencias en general determinadas, influirian en que tipo de memoria hemos utilizado más o menos y con que intensidad e incluso con que habilidad.
La memoria es algo que hay que trabajarlo durante toda la vida, ejercitarla, para mantenerla en forma, pero también hay que conocerla para saber como hacerlo.
¿Como podemos trabajar la memoria para que a partir de determinada edad, no notemos tanto su deterioro?
Si hemos dicho que lo que más facilmente se puede deteriorar es nuestra memoria de trabajo y nuestra memoria semántica o episódica, parece evidente pensar que: el trabajar la información que nos llega categorizarla, relacionarla con hechos que conozcamos o que para nostros son importantes, apuntarnos las cosas en lugares visibles, prestar atención a la información de una en una, e intentar entenderla y relacionarla o etiquetarla, serían alguna de las estrategias, que nos darían resultado para que nuestra capacidad de memoria mejore y se reduzca el olvido.
Pero debemos tener en cuenta que las condiciones en las cuales estemos almacenando información, influyen en que lo hagamos con más o menos éxito.
La carga emocional del momento en el que ocurre una situación, el ruido o las distraciones o algunos tipos de enfermedades como la depresión, influyen para que nuestra memoria se vea alterada en esas circunstancias.
Siendo conscientes de esto podemos intentar dejar de lado el estado emocional, ruidos o distraciones e intentar centrarnos sólo en aquello que nos interesa, y en el caso de que haya una enfermedad que pueda producirlo pedir la ayuda de un especialista.
Nuevamente la atención, concentración y el conocimiento de la función nemotécnica, nos ayudará a controlar la situaciones, en que estemos trabajando con ella y no a que las situaciones nos controlen a nosotros.
El tipo de alimentación, habitos de vida saludables, el ejercicio físico y mental, dormir las horas necesarias, ayudan a tener una buena capacidad de memoria.
Todo lo anteriormente descrito, mejora nuestra calidad de vida presente y futura, en nuestra vejez.
Existen además programas de memoria específicos para trabajar esta en cualquier periodo de la vida, pero sobre todo en la vejez, porque independientemente de las experiencias que hayamos tenido en nuestra vida, siempre estamos a tiempo de trabajar la memoría en cualquiera de sus campos y mejorarla.
Pero sobre la memoria se puede hablar mucho más, esto sería sólo una pincelada sobre el tema.
Porque..... ¿Como es el procedimiento nemotécnico? ¿De que fases consta? ¿Que pasos da la información que percibimos, como es tratada hasta llegar a almacenarla? ¿Como podemos recuperarla mejor, que habilidades tenemos que emplear ?

sábado, 24 de noviembre de 2012

EL USO DE LAS FUNCIONES EJECUTIVAS

¿Como puede nuestro cerebro controlar los distintos departamentos, de forma que estos funcionen eficaz y eficientemente? ¿Cual es la zona del cerebro encargada de organizar nuestras vidas, de planificar, de resolver problemas y  de ejecutar dicha organización? ¿Que condiciones tienen que darse para que esto se de de forma correcta? ¿Porque es tan importante esta función en el mundo en el que vivimos hoy en día? ¿Como debemos preservarlo para que llegue intacto a la vejez?
Las funciones ejecutivas están intimamente ligadas a la resolución de problemas, relacionado con la formación de conceptos y la capacidad de cambiar la rutina mental, afectan a la calidad con que se realiza una tarea o se soluciona un problema. Incluye procesos de anticipación, selección de objetivos, planificación u organización.
Cuando realizamos este tipo de tareas, se activa en nuestro cerebro procesos de percepción de los parámetros relevantes de una situación, almacenes de experiencias pasadas y planificación de nuevas secuencias de comportamiento.
El lobulo frontal, más exactamente una zona de este, el cortex prefrontal es el encargado de realizar esta función gestora o rol ejecutivo.Para llevar a cabo estas habilidades se requiere una serie de pasos:
Motivación: tener un motivo que haga urgente la resolución de una tarea o problema. Hace que se ejecute y se pueda mantener en el tiempo dicha ejecución, hasta que se de con la solución adecuada al problema.
Planificación: considerar distintas soluciones antes de llevar a cabo cualquier acción. La impulsividad o falta de análisis de la tarea, lleva a respuestas erroneas o a centrarse sólo en cualidades superficiales. Se requiere por tanto de una capacidad de anticipar el futuro, valorar las circunstancias presentes y sopesar distintas alternativas.
Ejecución: puesta en marcha de conductas necesarias para cumplir un objetivo. Requiere de una iniciación, cambio y mantenimiento de conductas complejas de forma ordenada e integrada. La falta de persistencia o perseveración, hace que este proceso pueda interrumpirse antes de llegar a los resultados deseados.
Evaluación del rendimiento: si la solución corresponde al objetivo inicial, el proceso se dará por finalizado, sino se proseguirá en la busqueda de estrategias. Se requiere una gran capacidad para regular y autocorregir las conductas llevadas a cabo.
En lo anteriormente mencionado entran en juego no sólo capacidades mentales, sino también relacionadas con las características personales, para realizar este tipo de procesos hay personas que por sus características personales estarían más predispuestas a llevarlas bien a cabo, se trataría de personas más persistentes, menos impulsivas, con más capacidad de motivación intrinseca o más analíticas. Estas cualidades persisten de por vida y suelen permanecer intactas en la vejez, por lo que  podrían tener más facilidad con este tipo de funciones a lo largo de su vida.
¿Pero como podemos saber si existe una disfunción ejecutiva? ¿Que conductas lleva asociadas?
Las personas con este tipo de disfunción, presentan:
-Comportamientos sociales inadecuados.
-Incapacidad para aprender de las consuencias de actos pasados o de pensar en las consecuencias de sus propios actos.
-Dificultad en la formación de conceptos abstractos (refranes, frases hechas..)
-Dificultad para planificar e iniciar actividades.
-Dificultad para cambiar sus esquemas mentales, suelen estancarse en sus rutinas.
-Dificultad para planificar nuevas acciones cuando se da un cambio imprevisto, no suelen encontrar una solución alternativa.
-Necesidad de constante supervisión de sus acciones por parte de otras personas.
-Frecuentes y oscilantes cambios de humor, de ánimo. Temperamento variable.
-Puede mostrar falta de remordimiento hacia personas o animales a quienes se ha tratado incorrectamente.
Es probable que el elentecimiento general que experimentan algunas personas mayores, en el procesamiento de la información o en la toma de decisiones, se deba a una disfunción ejecutiva.
Algunos de lo componentes ejecutivos, como la flexibilidad cognitiva, no suelen verse afectados hasta después de los 70 años.

Es bastante aceptado que la edad influye en la capacidad de planificación, pero no está claro cual es la edad crítica a partie de la cual pueden percibirse dichos efectos.
Lo que si que parece interesante valorar, es  la importancia de tener esta función ejecutiva en plena forma, no sólo en la edad adulta sino también en la vejez. Hoy en día para poder desenvolvernos con éxito en esta sociedad cambiante en la que vivimos,debemos aprender a  anticiparnos siempre a los problemas e intentar solucionar estos de forma flexible e inovadora.
Vivimos en una sociedad donde las rutinas prácticamente ya no éxiten, donde constantemente nos vemos obligados a buscar soluciones nuevas, a nuevas circunstancias. Lo que hace que su uso sea constante, en nuestras relaciones sociales, familiares o de trabajo.
Esta práctica diaria es algo positivo, si queremos que estas funciones permanezcan lo más intactas posibles en la vejez, pero también es importante otros factores como; un estilo de vida saludable, ya que se ha podido comprobar que, el consumo de sustancias tóxicas o el alcoholismo, produce alteraciones en esta función.
También puede verse afectada esta función en manifestaciones de algún tipo de demencia, secuelas de un traumatismo craneoencefálico o accidente vascular cerebral (embolia, ictus).
Un estilo de vida saludable mental y físico, además del conocimiento de estas funciones nos puede ayudar a cuidarlas a lo largo de nuestra vida, para poder tener una vejez con calidad de vida.

viernes, 23 de noviembre de 2012

COMO IDENTIFICAR LA DISLEXIA

¿Como puedo saber si mi hijo tiene dislexia? ¿La dislexia afecta sólo a la escritura o también a la lectura?
Porque mi hijo haga inversiones o permutaciones al escribir en alguna letra ¿Es disléxico?
Muchos niños con problemas de retraso al aprender a hablar,  pueden llegar tener problemas en el aprendizaje del proceso lecto-escritor, cuando comienzan a aprenderlo en el colegio, pero no por eso quiere decir que necesariamente vayan a desarrollar una dislexia.
La dislexia podríamos empezar a categorizarla como tal a partir de los 6 o 7 años, antes es muy dificil  porque el niño no tiene afianzado el proceso de lectura ni escritura.
Cuando un niño es disléxico entre los seis y los  nueve años, suele encontrar dificultades para aprender a leer y escribir, para distinguir la izquierda de la derecha, aprender el alfabeto, tablas de multiplicar o retener secuencias. Confunden más que los niños normales aquellas letras que son semejantes (p y q, d y b) o por su pronunciación (f y v, p y b).
No encuentran o les resulta muy dificil encontrar un significado a lo que leen y en escritura realizan inversiones, permutaciones de letras p.ejem (fla por fal). En ocasiones la lectura y escritura de cifras también son erroneas.
Algunos niños que comienzan con un retraso en el lenguaje, podrían llegar a tener una dislexia evolutiva, con síntomas iguales a los de las dislexia, pero que desaparecen rápidamente, se considera un retraso madurativo específico, que implica una demora en la adquisición de las habilidades lecto-escritoras, pero no una perdida o incapacidad. Se caracteriza por inversiones en lectura o escritura, adiciones, omisiones o repeticiones.
Otros niños con retraso en el habla tienen dificultades para adquirir alguna/as  letras del alfabeto p.ejem (l o r) y realizan constantemente fallos con esa misma letra, en la pronunciación, lectura o escritura, apareciendo también esas inversiones o rotaciones en las palabras que las contienen.
Estos errores no tiene porque deberse a una disléxa, sino simplemente sería consecuencia del retraso en el propio proceso madurativo.
Los niños con retraso en el habla pueden aprender a leer de forma correcta, pero  presentar problemas de comprensión lectora.
También pueden mostrar problemas en  ejercicios de discriminación auditiva, sobre todo en palabras que contienen letras que les suponen cierta dificultad al pronunciar o escribir (sin que tenga porque darse una hipoacusia o dislexia),  debiendose nuevamente a un retraso en el propio proceso madurativo.
Se debe estar muy atento a aquellas letras que al niño más le estén constando pronunciar, porque el lenguaje oral está muy relacionado con el escrito y cometen los mismos errores.
Por lo tanto, los niños con un retraso en el lenguaje, no tienen porque llegar a desarrollar una dislexia, pero si pueden tener problemas en lectura o escritura con determinadas letras, problemas de discriminación auditiva o comprensión lectora. Pudiendo llegar a presentar falta de atención o concentración, si estos problemas no se resuelven en el momento en el que aparezcan.
El rendimiento escolar de estos niños en un principio incluso puede ser muy bueno, aunque necesitan apoyo para solventar estos problemas y para que su rendimiento academíco en un futuro, siga siendo el mismo o mejore.
Con el apoyo psicopedagógico y logopédico adecuado, los niños con dislexia  o los que tienen algún retraso en el aprendizaje del proceso lecto- escritor, consiguen solucionarlo y ser jovenes o adultos brillantes en el rendimiento académico y en su futuro profesional.


viernes, 16 de noviembre de 2012

LA RESERVA COGNITIVA EN LA VEJEZ

¿Como viviremos cuando seamos mayores? ¿Viven igual la vejez nuestros padres a como la vivieron nuestros abuelos?.
Esta claro que algo está cambiando en general en la sociedad y que el estilo de vida, costumbres, motivaciones, actividades y ocio, no son las mismas ahora que hace 30 años.
Hoy en dia nuestros mayores son diferentes, tienen necesidades e inquietudes diferentes y ven la vejez de otra forma, a como la vivieron nuestros abuelos.
Esta de moda el estilo de vida saludable, pero ¿Que hay de cierto en todo esto? ¿Podemos llegar a vivir más y mejor si se realiza deporte, se está activo mentalmente y socialmente? ¿Hasta que punto influyen las relaciones sociales, personales y el estilo de vida en nuestra salud en la vejez?
Hay estudios que demuestran que efectivamente es así, parece ser que como vivamos nuestra vida y nuestra vejez, influirá en nuestra salud y no sólo eso sino en cuantos años vivamos.
Se ha demostrado que factores como el estilo de vida, la escolaridad o formación, la profesión que hemos tenido en nuestra vida, la experiencia vivida, la nutrición y el ejercicio físico que hayamos realizado, influyen en la trayectoria cognitiva que desarrollamos a lo largo de la vida y en el bienestar en la vejez. Y no sólo eso sino que parece ser que, las personas con una mayor reserva cognitiva, que durante su vida han trabajado su cerebro, han podido crear una resistencia a lesiones neuropátológicas hacia las que su cerebro genéticamente estaba predestinado.
Se han analizado postmorten en diferentes cerebros de enfermos de alzheimer que, contrastando sorprendentemente con el daño cerebral que efectivamente si tenía su cerebro, sus manifestaciones externas no parecían tan severas, lo que hizo que pudieran llevar una vida más normal, que si no hubieran tenido dicha reserva cognitiva.
Está demostrado que el tener una vida sedentaria, con pocas relaciones sociales y poco activa mentalmente influye en que nos encontremos peor, tanto física como mentalmente y eso de lugar a que se acorte nuestro periodo de vida. .
Ahora bien ¿Como podemos plantearnos esta etapa de nuestra vida que comienza, en la cual hemos dejado de lado nuestra vida laboral, nuestros hijos ya se han ido de casa y parece que el tiempo es eterno? ¿Podemos llegar a tener en esta etapa un proyecto de vida? ¿Deberíamos vivir esta etapa de forma diferente a como se ha vivido hasta ahora? 
La respuesta es sí, y si principalmente porque hasta ahora la vejez se había vivido de otra forma, nuestros mayores hace más de 30 o 40 años vivan con sus hijos y sus familias, eran una parte importante de la familia y se les tenía en cuenta eran respetados, se dedicaban a cuidar de los pequeños de la familia y vivian por y para eso.
Pero hoy en día los mayores ya no viven con sus hijos y aunque paradojicamente si que cuidan de sus nietos, su opinión no es tenida tan encuenta como antes.
Han tenido que aparender a replantearse su vejez, a ver esta etapa desde otro punto de vista, a aprender a valorarse ellos mismos como personas, ya que la sociedad no les valora y muchos han pensado en retomar estudios o aficiones que siempre han querido hacer, pero que por falta de tiempo no han hecho.
¿Cuantas madres no habrán dicho al irse sus hijos de casa? ¿Ahora ha llegado el momento de pensar en mi de hacer algo que me guste, viajar, leer, estudiar, pertener a alguna agrupación, dedicarse al voluntariado?
Y esta es una forma de ver la vejez quizás la más acertada.
Debemos plantearnos la vejez como una nueva etapa en la vida, en la cual todavía podemos hacer cosas aquellas cosas que siempre quisimos hacer y que por falta de tiempo no las llevamos a cabo, esa etapa en la que tenemos tiempo de cultivar nuestra mente, hacer ejercicio y relacionarnos con nuestros amigos y por su puesto hacer amistades nuevas.
Pero además de todo esto ¿ Debemos trabajar nuestra mente de forma diferente en la vejez? ¿Que tipo de estimulación cognitiva debemos tener, para mejorar el rendimiento cognitivo a esta edad y la funcionalidad cerebral?
En la vejez nuestras capacidades cognitivas se ven disminuidas de forma natural, sin que  que existia una patología como causa (demencia, alzheimer), memoria, atención, concentración, procesamiento auditivo y visual, son los más afectados, también las funciones ejecutivas (razonamiento, lógica, flexibilidad de pensamiento o planificación.
Todas estas funciones hay que trabajarlas siempre, al igual que trabajamos nuestro cuerpo, pero más en la vejez, más cuando, más pensemos que ese deterioro es inevitable, con el fin de retrarsarlo y mantener esa reserva cognitiva más tiempo. Para ello existen programas específicos para personas mayores, incluso informáticos, donde se trabaja mediante ejercicios mentales, estas áreas cerebrales, que nos ayudan a tener una vejez con mayor calidad de vida.
Parece ser que todo este planteamiento, incrementa nuestra expectativa de vida y lo que se ha conseguido es que cada vez más personas, lleguen a edades que antes sólo alcanzaban algunos privilegiados.

jueves, 15 de noviembre de 2012

EL RETRASO EN EL HABLA Y EL RENDIMIENTO ESCOLAR


Muchos padres que tienen  a su hijos cursando la etapa de infantil con tratamiento logopédico, por retraso en el habla, se preguntan como será el desarrollo escolar de su hijo, sobre todo cuando aprendan a leer o escribir.
O si el niño evolucionará  bien sin apoyo, cuando ya hable.
Pueden pensar "  el logopeda le está tratando y ya llevamos unos meses parece que evoluciona correctamente y ya habla mejor, podemos dejarle sólo para ver como evoluciona". Corremos el riesgo de dejar el tratamiento antes de tiempo.
Aún si decidimos dejarlo porque ya lo vemos claro o porque el propio logopeda nos da el alta, deberemos estar atentos a cualquier otra señal en la evolución de su lenguaje, que nos indique que todavía, hay algo por mejorar. Pudiera pasar que en los casos en que no se trate correctamente el retraso del lenguaje    en la  etapa   escolar infantil y si decidimos no seguir con el tratamiento logopédico,  este puede derivar en otros problemas como dislalias, que pueden en determinados casos confundirse con dislexias, o problemas de discriminación auditiva o articulación de determinadas consonantes, que necesitarán ya tratamiento no sólo logopédico sino además psicopedagogíco, con el fin de trabajar el proceso lecto-escritor, que también se verá afectado.
En algunos casos pueden ir acompañados de tratornos en la fluidez del habla, Disfemias o   tartamudeo como comúnmente lo conocemos. Este en los casos mas leves puede remitir sólo,  con algunos consejos a padres o   profesores, sobre como actuar en estos casos  y  en otros  será necesario  darles tratamiento psicopedagógico.
Debemos por lo tanto estar muy atentos a cualquier señal que nos de el niño y tratar siempre lo antes posible el problema, para que no derive con el tiempo en problemas de lectura o escritura.
 Lo que ocurre en los casos en que no se pronuncia bien las palabras, es que se suelen escribir mal, tal y como las pronuncian,   dandose rotaciones o traslaciones, sin que por ello tenga que ser necesariamente un problema de dislexia. En cualquier caso esta, también debe descartarse llegado el momento, aunque el diagonóstico de la dislexia, nunca será fiable mediante evaluación antes de los seis o siete años.
En la dixlesia el problema lector y escritor van de la mano, si sólo se decta un problema en la escritura habría que diágnosticar lo que es, porque probablemente sea otra la causa.
Por tanto deberemos estar muy atentos a la evolución del desarrollo del lenguaje en nuestros hijos en el ámbito escolar y familiar, sobre todo en los cinco primeros años de vida, para en los casos en que sea necesario y una vez descartados los problemas médicos, llevar a cabo un tratamiento no sólo logopédico sino también psicopedagógico. Donde se puedan trabajar problemas de comprensión lectora, escritura, memoria, atención, autoestima, técnicas de estudio, además de dicción, articulación y manejo correcto de los órganos articulatorios, o discriminación auditiva, dependiendo de cada caso.
De esta  forma obtendremos buenos resultados antes de lo previsto.

martes, 13 de noviembre de 2012

MI HIJO TODAVÍA NO HABLA ¿QUE HACEMOS?

Suele ser un caso muy usual el de aquellos padres preocupados porque su hija o hijo no pronuncia prácticamente ni una palabra con tres años.
Ya en la guardería le dijeron que debería ir al logopeda, pero al ser muy pequeño y como todavía está el habla en  proceso de desarrollo , deciden dejarlo y ahora en el colegio empiezan los problemas, parece que el niño en contra de todo pronóstico apenas ha evolucionado, sigue prácticamente igual.
La profesora le indica a los padres que debe acudir al médico para que le hagan una prueba auditiva y que sería conveniente que fuera al logopeda, habla con la logopeda del colegio y comienzan las evaluaciones, en el colegio no le podrán tratar y le remiten a un centro de atención tempara.
Los padres están perdidos no saben que hacer y tampoco conocen nada sobre el tema.
¿Que debemos hacer en estos casos? ¿Cual es el camino correcto que debemos seguir? ¿Que será lo mejor para nuestro hijo?
Lo primero en estos casos es descartar que no tenga ningún problema físico que le impida hablar, vegetaciones, anjinas, algún problema auditivo. Este tipo de problemas es facil detectarlos através del pediatra mediante una radiografía. En algunos casos, si es necesaria una operación de vegetaciones o amígdalas pasadas estas, el niño comienza a soltarse a hablar con más rapidez, sino es así, hay que descartar un problema auditivo. Estas pruebas también las puede mandar el pediatra, en niños pequeños se suele realizar una prueba llamada Potenciales evocados auditivos, es una prueba indolora para el niño y recoge los registros a través de unos electrodos colocados cerca de la zona auditiva, mide latencia, amplitud y morfología. Existen también otras pruebas auditivas que descartan la Hipoacusia como son: la Audiometría tonal y la Audiometría verbal (repetición de listas infantiles ponderadas), estas dos últimas pruebas suelen realizarse en los casos en que el niño ya habla, por lo que no suele hacerse en niños pequeños muy pequeños que apenas interactuan.
Descartar un problema auditivo o físico debe ser el primer paso, es de facil diagnostico a través del pediatra y nos permite informar al colegio de que nuestro hijo o hija está sano y que oye perfectamente. A veces también puede ser necesario descartar un problema neurológico, el propio pediatra puede remitirte a este especialista, las pruebas iniciales es un electro encefalograma y una analítica, que en este tipo de casos los resultados suelen ser normales.
Posteriormente hay que descartar, que no exite ningún problema logopédico o psicopedagógico que le impida al niño desarrollar con normalidad el lenguaje, para esto los logopedas o psicopedagogos tienen pruebas específicas para detectarlos, lo más facil es que busquemos un logopeda, pues en los centros de atención temprana, aunque les hacen una evaluación completa, es más facil que nos dejen en lista de espera bastante tiempo.
 Otra opción es que mediante un informe del colegio, nos remitan a la seguridad social para que sea tratado por un logopeda, aunque el tratamiento suele ser únicamente logopédico-rehabilitador, no psicopedagógico. Con la evaluación de un logopeda o psicopedagogo, debería valer ya que descartan cualquier patología psiquica o social que pueda tener.
Una vez con el informe del logopeda, ya podemos saber como tratarle. Normalmente los retrasos en desarrollo del lenguaje, no suelen responder a ninguna causa importante y es simplemente eso un retraso en el desarrollo, que con la estimulación logopédica adecuada, suele remitir.
En los casos en que no se trate correctamente durante la etapa infantil y si decidimos no seguir con el tratamiento logopédico, puede derivar en otros problemas, como dislalias, que pueden en determinados casos confundirse con dislexias, o problemas de discriminación auditiva o articulación de determinadas consonantes, que necesitarán ya tratamiento no sólo logopédico sino además psicopedagogíco, con el fin de trabajar el proceso lecto-escritor, que también se verá afectado.
En algunos casos pueden ir acompañados de tratornos en la fluidez del habla Disfemias, que en varios casos suelen remitir con ciertos consejos a los padres y profesores, en otros habrá que darles tratamiento psicopedagógico.
Debemos por lo tanto estar muy atentos a cualquier señal que nos de el niño y tratar siempre lo antes posible el problema, para que no derive con el tiempo en problemas de lectura o escritura. Lo que ocurre en los casos en que no se pronuncia bien las palabras, es que se suelen escribir mal, dandose rotaciones o traslaciones, sin que por ello tenga que darse necesariamente un problema de dislexia, en cualquier caso esta, también debe descartarse llegado el momento, aunque el diagonóstico de la dislexia nunca será fiable mediante evaluación antes de los seis o siete años.
En cualquier caso o problema, que se de en el desarrollo del lenguaje en nuestros hijos y una vez descartados problemas médicos, se debera tratar no sólo mediante tratamiento logopédico sino también psicopedagógico, donde se puedan trabajar problemas de comprensión lectora, escritura, memoria, atención, autoestima, técnicas de estudio, además de dicción, articulación y manejo correcto de los órganos articulatorios. De esta forma obtendremos buenos resultados antes de lo previsto.