LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

jueves, 15 de noviembre de 2012

EL RETRASO EN EL HABLA Y EL RENDIMIENTO ESCOLAR


Muchos padres que tienen  a su hijos cursando la etapa de infantil con tratamiento logopédico, por retraso en el habla, se preguntan como será el desarrollo escolar de su hijo, sobre todo cuando aprendan a leer o escribir.
O si el niño evolucionará  bien sin apoyo, cuando ya hable.
Pueden pensar "  el logopeda le está tratando y ya llevamos unos meses parece que evoluciona correctamente y ya habla mejor, podemos dejarle sólo para ver como evoluciona". Corremos el riesgo de dejar el tratamiento antes de tiempo.
Aún si decidimos dejarlo porque ya lo vemos claro o porque el propio logopeda nos da el alta, deberemos estar atentos a cualquier otra señal en la evolución de su lenguaje, que nos indique que todavía, hay algo por mejorar. Pudiera pasar que en los casos en que no se trate correctamente el retraso del lenguaje    en la  etapa   escolar infantil y si decidimos no seguir con el tratamiento logopédico,  este puede derivar en otros problemas como dislalias, que pueden en determinados casos confundirse con dislexias, o problemas de discriminación auditiva o articulación de determinadas consonantes, que necesitarán ya tratamiento no sólo logopédico sino además psicopedagogíco, con el fin de trabajar el proceso lecto-escritor, que también se verá afectado.
En algunos casos pueden ir acompañados de tratornos en la fluidez del habla, Disfemias o   tartamudeo como comúnmente lo conocemos. Este en los casos mas leves puede remitir sólo,  con algunos consejos a padres o   profesores, sobre como actuar en estos casos  y  en otros  será necesario  darles tratamiento psicopedagógico.
Debemos por lo tanto estar muy atentos a cualquier señal que nos de el niño y tratar siempre lo antes posible el problema, para que no derive con el tiempo en problemas de lectura o escritura.
 Lo que ocurre en los casos en que no se pronuncia bien las palabras, es que se suelen escribir mal, tal y como las pronuncian,   dandose rotaciones o traslaciones, sin que por ello tenga que ser necesariamente un problema de dislexia. En cualquier caso esta, también debe descartarse llegado el momento, aunque el diagonóstico de la dislexia, nunca será fiable mediante evaluación antes de los seis o siete años.
En la dixlesia el problema lector y escritor van de la mano, si sólo se decta un problema en la escritura habría que diágnosticar lo que es, porque probablemente sea otra la causa.
Por tanto deberemos estar muy atentos a la evolución del desarrollo del lenguaje en nuestros hijos en el ámbito escolar y familiar, sobre todo en los cinco primeros años de vida, para en los casos en que sea necesario y una vez descartados los problemas médicos, llevar a cabo un tratamiento no sólo logopédico sino también psicopedagógico. Donde se puedan trabajar problemas de comprensión lectora, escritura, memoria, atención, autoestima, técnicas de estudio, además de dicción, articulación y manejo correcto de los órganos articulatorios, o discriminación auditiva, dependiendo de cada caso.
De esta  forma obtendremos buenos resultados antes de lo previsto.

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