LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

jueves, 25 de julio de 2013

LOS NIÑOS SUPERDOTADOS


Es muy importante la identificación de las características de una persona superdotada lo antes posible en su vida. Se ha demostrado que hay diferencias sustanciales en aquellos niños que se han desarrollado en entornos tempranos favorables, que les ofrecen la oportunidad de llevar al máximo sus posibilidades.

Los niños desarrollan su capacidad de pensamiento, lenguaje, destrezas sociales, así como interés intrínseco por aprender de manera crítica entre los 3 y los 7 años. Por eso es importante que se conduzca a los niños/as al desarrollo máximo de sus posibilidades en estos primeros años de vida, antes de los 6 o 7 años.

La identificación temprana cumple en estos casos un doble objetivo:
  • Situar a estos niños en un entorno educativo adecuado.
  • Proporcionar a los padres y educadores una guía, ya que su apoyo a estos niños es crucial para su desarrollo.
Es importante en el caso de los niños superdotados que los padres, madres y educadores se enfrenten de manera correcta a sus características , para asegurar un correcto desarrollo socioemocional.

Las caracteristicas más significativas en estos niños son:
  • Ganas de aprender e impulso a usar sus propias habilidades.
  • Son perfeccionistas e investigan a fondo.
  • Creativos, con habilidad para ver distintas posibilidades y alternativas.
  • Idealistas, se preocupan por temas sociales y morales.
  • Con sensibilidad y empatía por los demás.
  • Con elevada energía, independientes y con sentido del humor.
  • Amplio vocabulario, gran información de temas complejos avanzados para su edad.
  • Adquisición y retención rápida de información.
  • Disfrutan con la resolución de problemas y la actividad intelectual.
  • Buscan siempre una estructura y un orden en las cosas.
  • Concentración intensa y constancia en áreas de interés.
Los posibles problemas que pueden presentar son:

  • Impacientes con la lentitud de otros, hacen preguntas desconcertantes, cuestionan los métodos de enseñanza.
  • Pueden llegar a aburrirse en el colegio o con los compañeros.
  • Se molestan con las interrupciones y desatienden sus obligaciones y a la gente cuando su interés está centrado en algo.
  • Son sensibles a la crítica y el rechazo de sus compañeros, esperan que los demás tengan valores similiares, necesidad de éxito y reconocimiento.
  • Pueden sentir frustración con la inactividad, necesitan de una continua estimulación, pueden ser hiperactivos.
  • Posible rechazo hacia los padres o a conocer a compañeros, ven lo absurdo de las situaciones y su humor no es comprendido por los demás.
Estos niños tienen unas necesidades educativas especiales y se les debe proporcionar los recursos educativos necesarios para desarrollar al máximo su potencial. Si no es tratado convenientemente, el alumno superdotado puede sentirse marginado respecto al grupo y desarrollar problemas psicológicos que se deberán tratar.



LA IRA EN LA ADOLESCENCIA


Los adolescentes con altos niveles de ira a menudo revelan una falta de conciencia, que resulta especialmente importante para un buen manejo de este trastorno .

La respuesta de ira es característico de la conducta disocial que muestran algunos adolescentes, que se produce principalmente por falta de habilidad conductual y cognitiva, falta de control emocional y baja autoestima, que puede estar además asociada a problemas depresivos, de ansiedad y académicos entre otros.

Para que los adolescentes adquieran habilidades cognitivo-conductuales, que les lleven a afrontar con éxito las situaciones que no controlan y no respondan ante estas con ira, es importante que tomen conciencia de sus actos, de lo que hacen y de si verdaderamente se sienten bien respondiendo así, de forma que, desarrollen una sensibilidad a su respuesta de ira, que les permita empezar a ponerle freno cuanto antes.

Los programas específicos que muestran cierta eficacia, en la reducción de la frecuencia de la conducta disocial y su manejo, incluye el control de impulsos, la regulación emocional y cognitiva y la interacción social adecuada, además de la correcta aplicación de técnicas de relajación.

Los pasos que se siguen en el control de la ira, son los siguientes:
  • Cuidar la propia autoestima, cuidando las propias elecciones que el adolescente toma.
  • Procurar siempre mantener una orientación hacia la tarea, no hacia sentimientos o ideas irracionales sobre cada situación.
  • Es importante además, que el adolescente reconozca e identifique los escenarios y secuencias habituales de ira, así como las primeras sensaciones fisiológicas y/o cognitivas, para de esta forma reducir la activación fisiológica y revalorizar la relevancia de la situación y de los recursos de afrontamiento.
  • La expresión correcta de deseos personales y el refuerzo de autocontrol percibido, es importante para alcanzar el éxito en este tipo de trastornos.
El tratamiento de este trastorno producido principalmente por falta de autocontrol, confluye en el tiempo con un alto deterioro de autoestima, depresión o ansiedad, por lo que la mejor elección es el tratamiento psicológico y terapeutico, adecuado a cada caso.

domingo, 21 de julio de 2013

ADVERSIDAD, NORMALIDAD Y FELICIDAD


Deseo para mí y para quienes quiero, tener vidas plenas y con el mayor bienestar emocional. No vidas normales, si es que hubiese algún modo de definir con precisión lo que es "ser normal" y si la normalidad no fuese, en la mayor parte de los casos, una pesada losa impuesta que supone renunciar al cambio y a la mejora personal, psicológica y física.

¿Nos ayuda el optimismo a desarrollarnos por encima de la media, en cualquier faceta de nuestra vida? ¿Es siempre útil y debemos aplicarlo, o en cambio las cosas negativas que nos suceden, nos ayudan a aprender y ver las cosas de otra manera?

"Quien sienta repugnancia ante el optimismo, que deje la enseñanza y no pretenda pensar en qué consiste la educación. Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima, en que hay cosas que pueden ser sabidas y que merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento"

Ser optimistas implica dar por hecho que, el ser humano puede aprender a través de la educación en cualquier faceta de su vida y no solo a través de la educación sino, de las propias experiencias tanto buenas como malas. Podemos aprender de cualquier área que nos influya pero sobre todo, de la salud, eso tan importante que cuando no tenemos o pensamos que lo estamos perdiendo, nos hace ver la vida de otra manera.
¿Que es la salud y cómo la definimos? ¿Cuál es la arquitectura del bienestar humano y como se evalua y valida?. No debe bastarnos simplemente con la reducción de nuestro dolor, déficit o síntoma, debemos mejorar nuestra vida y desarrollar nuestras competencias y fortalezas psicológicas.

¿En que circunstancias la tristeza es fuente de insatisfacción? ¿Cuáles son los límites?. Por estudios experimentales sabemos que un cierto nivel de tristeza, siempre que no sea intensa o continuada, puede inducir un razonamiento más analítico, un juicio más ecuánime hacia los demás o una memoria menos sesgada. Todo ello puede ayudar en determinadas circunstancias a tomar mejores decisiones p. eje. cuando el resultado es incierto o cuando tomar una decisión erronea, puede tener un alto coste. Pero también sabemos que, niveles elevados de depresión o de rumiación depresiva, están asociados a una peor solución de problemas, a un menor recuerdo de sucesos autobiográficos positivos específicos, o atender menos a estímulos emocionales positivos. Además, la tristeza, aunque a veces podamos "disfrutar de ella", con frecuencia está ligada a la coexistencia de otras emociones negativas, que añaden un elemento corrosivo a esa emoción aislada.

Las emociones positivas en exceso nos pueden jugar también malas pasadas, facilitando por ejemplo que la gente se involucren actividades de mayor riesgo. Por otro lado, más felicidad subjetiva , más optimismo, mayor autoestima, más sentido del humor, más creencias de autoeficacia, o recibir más halagos por la propia conducta, no siempre se asocia a mejores resultados o a una mayor satisfacción. Tener más posibilidades donde elegir, puede llevar a un bloqueo psicológico y a un malestar.

Frente a una visión de una felicidad idiota, la investigación ha mostrado que las personas pueden preferir las emociones negativas a las positivas, si las primeras están ligadas a metas a largo plazo o concuerdan con planes vitales. Mientras que la satisfacción con la vida está empiricamente ligada a experimentar muchas emociones positivas en culturas individualistas, especialmente la norteamericana, en culturas asiáticas experimentar emociones negativas, no está reñido con sentirse satisfecho con la vida.

Fenómenos como los cambios positivos tras la adversidad, no son observaciones nuevas en la historia de la humanidad. En diferentes estudios sobre la percepción de los beneficios derivada de condiciones adversas (enfermedades graves, pérdidas de seres queridos, ataques terroristas, desastres naturales etc.), se comprueba que un 50-60% de las personas perciben algún tipo de beneficio sobre la misma.

El considerar las emociones y cogniciones positivas, como algo que favorece cualquier faceta de nuestra vida, es algo reconocido universalmente. Del mismo modo que ayuda a tener más longevidad o a sobrellevar mejor y con mejores resultados enfermedades como el cancer.

 Hay una evidencia creciente y abrumadora de que el afecto positivo y negativo están involucrados de distinto modo en diferentes problemas psicopatológicos ( como la depresión, fobia social y esquizofrenia entre otros), tanto en adultos como en adolescentes. Esta comprobado además que para mejorar el bienestar y reducir la depresión, recordar elementos positivos autobiográficos y escribir sobre ellos es eficaz.

En nuestra vida diaria mantener una actitud abierta, que nos facilite una mejor comprensión de la situación y un aprovechamiento eficaz de los recursos que tenemos a mano, para poder superar los problemas, es de sentido común y nos ayuda a salvar dificultades.

En la vida podemos aprender de lo positivo y lo negativo, sacar el mejor partido de cada situación, es lo que principalmente nos permitirá seguirnos desarrollando y aprender sobre nosotros y  lo que nos rodea.

miércoles, 17 de julio de 2013

¿CUANDO ES NECESARIA UNA ATENCIÓN E INTERVENCIÓN TEMPRANA EN NIÑOS/AS?



Los primeros años de vida en el ser humano son cruciales para un adecuado desarrollo biológico, psicológico y social de la persona.

Las experiencias que vivimos en los primeros años de nuestra vida nos marcan para siempre, de ahí la importancia de conocer exhaustivamente la etapa infantil.

Cuando existen ciertos indicios en el bebé de la existencia de trastornos congénitos, metabólicos, madurativos o de otra índole o posible riesgo de padecerlos, una atención e intervención precoz mejora, en gran medida, las posibilidades de desarrollo biopsicosocial de los niños/as.

Es importante evitar, no sólo que esos déficits interfieran en la vida del niño, sino  evitar su aparición actuando sobre factores biológicos o situaciones de deprivación socioambiental, que puedan provocar su aparición.

Mediante la atención temprana, se detecta de forma precoz las enfermedades, trastornos o situaciones de riesgo. Se trata de paliar las consecuencias derivadas de trastornos o patologías metabólicas, neurológicas, genéticas o evolutivas del niño.

La atención temprana es  un conjunto de intervenciones dirigidas a la población de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tiene como objetivo dar respuesta lo más pronto posible, a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen riesgos de padecerlos.

Hoy en día es innegable la influencia sobre el niño de variables de gran relevancia en su desarrollo, como el estado emocional de la familia, apoyos sociales, entre otros, siendo importante tanto en la evaluación como en el tratamiento en estos casos.

La neurorehabilitación o rehabilitación temprana, es una de las áreas también de gran relevancia en el tratamiento, la activación y el aprovechamiento funcional de las estructuras del sistema nervioso central, es crucial para que estos niños lo conserven con su funcionalidad normal.

El diagnóstico precoz de cualquier déficit, permite iniciar un trabajo de forma temprana en los niños/as y es tanto más eficaz, cuanto más temprana sea, puesto que la capacidad de asimilar nuevas experiencias, es mucho mayor en etapas precoces del desarrollo, gracias a la posibilidad de aumentar las interconexiones neuronales, en respuesta a la estimulación del ámbiente. La intervención facilita su proceso madurativo, permite a los niños alcanzar el máximo nivel de desarrollo e integración social.

Es importante también tener en cuenta, que el proceso de maduración del cerebro no finaliza con el nacimiento, sino que continua desarrollándose durante un tiempo, siendo además susceptible de modificación a base de un duro trabajo y esfuerzo.

También se debe saber que, los factores ambientales del niño, como la escasez de recursos o falta de estimulación, pueden influir en el desarrollo de un posible déficit al que se es propenso.

Cuando se realiza una atención temprana, no es porque neceseriamente el niño/a presente una discapacidad o minusvalía, sino para que en el caso de que sean propensos esta pueda evitarse. El principal objetivo es favorecer el desarrollo y el bienestar del niño y su familia, posibilitándole de forma más completa en el presente y futuro, su integración en el medio familiar escolar y social, así como su autonomía personal.

En la prevención e intervención temprana se trabajan áreas como la cognitiva, autonomía, lenguaje o comunicación, motora, además de asesorar, orientar e intervenir de manera individual y/o grupalmente a las familias que tienen algún hijo con discapacidad o riesgo de padecerlo.

Los niños/as propensos a recibir una atención infantil temprana son:
  •  Niños/as con trastornos en el desarrollo motriz o que puedan llegar a desarrollarlos.
  • Con trastornoso principios de trastornos cognitivos.
  • Niños/as con principios de trastornos del lenguaje.
  • Niños/as con trastornos sensoriales o que se piensen que puede padecerlo.
  • Niños/as con trastornos generalizado en el desarrollo.
  • Niños/as con trastornos o principio de trastornos de conducta.
  • Niños/as con trastornos emocionales.
  • Niños/as con tendencia a la expresión somática.
  • Niños/as con trastornos evolutivos del desarrollo.
  • Niños/as que durante su período pre, peri o postnatal o durante el desarrollo temprano, han estado sometidos a situaciones, que podrían alterar su proceso madurativo, como puede ser la prematuridad, el bajo peso o al anoxia al nacer.
  • Niños/as de riesgo psicosocial, que viven en condiciones sociales poco favorecedoras, con falta de cuidados o interacciones inadecuadas con sus padres y familia, maltrato, negligencias, abusos, que pueda alterar su proceso madurativo.
En ocasiones por parte de los padres , suelen surgir actitudes poco adecuadas, ansiedad, falta de competencia para asumir las responsabilidades que conlleva las necesidades especiales de su hijos. La intervención y atención temprana, se encarga de reducir o modificar estas conductas, de forma que no se produzca una influencia negativa sobre el desarrollo del niño. Permite además confirmar la mejora del desarrollo global del niño, eliminando o disminuyendo las alteraciones que el niño padece, así como los provocados por situaciones de privación social, contribuyendo también a formar a los padres en esta materia.

Mediante la evaluación e intervención psicológica, en logopedia, pedagogía y psicopedagogía, se realiza un diagnóstico prenatal en el que se tiene en cuenta la detección de las metabolopatías congenitas, detección precoz de signos de alerta del desarrollo en el seguimiento de la salud infantil y en el seguimiento neuroevolutivo de riesgo psiconeurosensorial, detección precoz de la hipoacusia congénita, etc.

Conociendo las capacidades y habilidades del niño y la forma en que vive y se organiza la familia, se puede llevar a cabo el programa de tratamiento individual más adecuado, para cada niño dentro de su familia. Las intervenciones globales donde se tienen en cuenta los diversos factores, sociales, familiares, biológicos,psicológicos del niño y su entorno, son más eficaces sobre todo si el comienzo de la intervención se realiza pronto. Los niños suelen obtener puntuaciones superiores en el desarrollo intelectual y el rendimiento académico posterior y los beneficios se mantienen a largo plazo.

lunes, 15 de julio de 2013

VULNERABILIDAD EDUCATIVA DE NUESTROS HIJOS


La influencia de la familia sobre niños y jóvenes pueden explicar de manera muy significativa las diferencias observables en sus logros educativos.

Esta influencia depende de un conglomerado de elementos, que se pueden caracterizar teniendo en cuenta la siguiente triada:

  • Características personales de los padres.
  • Características personales de los niños.
  • Influencias sociocontextuales.
Las características de los padres, no son elementos suficientes que expliquen las perturbaciones en la educación de los hijos, el niño debe presentar cierta vulnerabilidad que interactúe con ellas.

Los padres pueden ser de clase baja y contar con un escaso nivel académico o económico, y no por ello ser peores padres. Desarrollar patrones familiares excesivamente autoritarios y directivos o ser permisivos y estar menos implicados en el desarrollo educativo y personal de los hijos, si es algo determinante en la educación de los hijos.

Por otra parte los hijos también tienen que poner algo de su parte, para que las cosas progresen adecuadamente. Comúnmente, temperamento y sexo han sido los elementos más estudiados, siendo estos los factores que interactúan con mayor asiduidad con el estilo de vida familiar.

Es un hecho que los niños con temperamentos difíciles y complejos provocan en los padres una mayor inseguridad y problemas de control, que en mayor o menor medida, llevan a los progenitores a una reducción de los afectos, al endurecimiento de las reglas y a ser más proclives al castigo.

Por otro lado hay estudios que también indican que las niñas son más dóciles y facilitan más el trabajo de los padres que los niños. Además los hijos que afrontan el entorno familiar con un talante oposicionista, generan a menudo distorsiones en el mismo, que repercuten en su adaptación social y escolar.

Las pautas sociales, ayudan en el caso de las niñas a que tengan un mayor control sobre su conducta, lo que genera beneficios en su educación a medio y largo plazo.

De la misma manera hay estudios que indican que la falta de autoridad de los padres, provoca efectos más negativos en los niños que en las niñas. No obstante, el empleo de la autoridad paterna ha de ser equilibrado, pues la educación demasiado directiva suele conducir a los niños, en general, a la conformidad y el neurotiscismo, lo que a su vez reduce considerablemente la implicación de los progenitores en la educación.

Como padres deberemos ofrecer a nuestros hijos cierta independencia, exigiendo responsabilidad, aunque marcando pautas y reglas claras y concisas, apoyar y ayudar en los momentos necesarios es tan importante como dejar hacer.

sábado, 6 de julio de 2013

NIÑOS CON DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE MATEMATICO


El problema con las dificultades de aprendizaje de las matemáticas, se basa en los procesos mentales y estructuras adecuadas que un niño o adolescente deben poseer, para adquirir las nociones de este área.

Existen diferentes perfiles o patrones académicos, que pueden indicar que un niño o adolescente, puede tener dificultad en la adquisición matemática, estos serian:

  • Dificultades en el aprendizaje de las matemáticas, debido a déficit en su conducta: principalmente dificultades psicomotoras, sobre todo en la coordinación viso-motora, déficit en las habilidades visoespaciales (con problemas a la hora de diferenciar figura-fondo, discriminación y orientación espacial) o problemas de memoria a corto plazo ( incapacidad de recordar una sucesión temporal de números, dificultad en la realización de calculo mental o recuerdo de los pasos implicados en la resolución de un problema), además de dificultad de dotar de significado a las operaciones que realizan.
  • Dificultades de aprendizaje asociado a problemas de lenguaje: entre sus características más frecuentes se encuentran; escritura de números en espejo, escritura incorrecta en la dirección de las cantidades, confusión de números con forma parecida (6-9, 3-8), confusión de unos signos por otros al no tener claro lo que las operaciones significan, en las operaciones confunden la derecha con la izquierda, arriba y abajo.
  • Falta de atención y concentración, lo que le lleva a cometer errores frecuentemente.
Los niños con dificultades de aprendizaje matemático, muestran déficits cognitivos y metacognitivos. Debido a esto, las conductas que manifiestan son:

  • Escasa habilidad para contar comprensivamente.
  • Dificultad en la comprensión de conjuntos.
  • Dificultades para adquirir las nociones de conservación de número, o comprensión de que el valor de un número no cambia a pesar de su posición.
  • Difcultad para comprender el valor de las monedas.
  • Dificultades para comprender los signos matemáticos y símbolos.
  • Dificultades para realizar cálculos numéricos.
Es importante en niños con esta dificultad de aprendizaje, hacer una correcta valoración psicopedagógica, donde se pueda posteriormente intervenir y apoyar aquellos procesos mentales y estructuras en las que muestra mayor dificultad, con el fín de superarlas y tener éxito en el aprendizaje de la materia.

¿COMO DEBO MANEJAR, LOS PROBLEMAS DE CONDUCTA DE MIS HIJOS?


El tratamiento de los problemas de conducta en niños y adolescentes tiende a centrarse en modificaciones de conducta y patrones de reestructuración cognitiva.

En la medida en que el niño tiene menos edad y en los casos que se requiere, la intervención va pasando de realizarse directamente sobre el niño o adolescente, a realizarse también a través de los padres.

El entrenamiento de padres, conocido como Parent Management Training PMT, es el método más ampliamente usado y validado para el tratamiento de problemas de conducta en niños/as, se basa en patrones de contingencia estructurados dentro del hogar, que permiten al niño/a modular su conducta modulando las consecuencias de las mimas.

Enseñar a los padres a controlar las conductas de sus hijos, mediante el manejo de contingencias adecuadas, es altamente eficaz, en las modificaciones de conducta que resultan estables en el tiempo y a través de distintas situaciones.

La aplicación del sistema de refuerzos y castigos de manera contingente y continuada por parte de los padres puede resultar dificil, por eso el implementar patrones de contingencias, en el contexto del hogar de manera mantenida, se debe entrenar convenientemente mediante la intervención profesional. Al mismo tiempo que se realiza por parte del terapeuta  intervención conductual y cognitiva con el menor.

El terapeuta nos guiará en la realización de estos patrones contingentes, que se basan principalmente en el castigo de las conductas desaptativas y el reforzamiento de conductas adaptativas o positivas. Ambos tipos de contingencias se deben dar de manera combinada y teniendo especial prioridad el uso de refuerzo, que siempre es más eficaz en la modificación de conducta.

Es importante que los padres sepan llevar a cabo en estos casos, entre otros, los siguientes tipos de patrones contingentes con ayuda y guía del terapeuta:

  • Usar estrategias de atención selectiva
  • Dar instrucciones claras y concisas
  • Poner el énfasis en el seguimiento de las conductas adaptativas
  • Aprender a usar el elogio como refuerzo.
  • Usar el tiempo fuera en las conductas desaptativas
  • Ajustar horarios con rutinas.
  • Desarrollar conductas públicas correctas
Este entrenamiento a los padres del niño/a con problemas de conducta, pueden ser flexible en su administración, presentando un formato de tiempo variable en sesiones semanales dependiendo del caso a tratar y que se suele administrar a la familia o a un pequeño grupo de padres. Es importante la implicación de ambos padres y el mantenimiento de los patrones de contingencia desarrollados por los progenitores.

viernes, 5 de julio de 2013

LOS PROBLEMAS DE CONDUCTA EN LA INFANCIA


Los niños en sus primeros años de vida, muestran continuamente conductas que podríamos catalogar de antisociales (agresiones físicas o robo de posesiones) sin mostrar el menor remordimiento, aun a pesar de trasgredir las normas.

Todas estas conductas aparecen en el niño espontaneamente y son típicas hasta los cuatros años de edad, disminuyendo entonces su frecuencia, conforme son moderadas dentro del proceso de socialización.

En este proceso de socialización existen dos momentos especialmente conflictivos, en la asunción de normas y la presencia de conductas oposicionistas: el segundo año de vida y la adolescencia.

El segundo año de vida ha sido denominado como "la edad terrible", ya que el niño muestra una conducta opositora y agresiva a la vez, con rabietas y agresiones frecuentes. Estas conductas, son el inicio de la conformación por parte del niño de su propia existencia separada de los padres, mediante el ejercicio de su propia voluntad, y coincide con un momento en el que se le empiezan a hacer demandas de autocontrol más rigurosas (control de esfinteres, comer solo o vestirse), retirando los padres parte de la atención. Desde el punto de vista estadístico y evolutivo esta conducta resulta normal.

¿Pero que podemos hacer, si pensamos que la conducta que muestra nuestro hijo no es normal?. En ese caso deberemos consultar con un especialista, este valorará las alteraciones de comportamiento que son normales en el desarrollo evolutivo del niño/a , de aquellas conductas que han de ser tipificadas y tratadas como un trastorno.

A la hora de categorizar la conducta del niño, es necesario conocer cuáles son los comportamientos esperables para su nivel de desarrollo, identificando los problemas de conducta en los periodos evolutivos señalados, con cautela.

¿Que tipos de conductas, son las que podríamos considerar como problemáticas y con necesidad de tratamiento?.Las conductas problemáticas las podemos clasificar en torno a dos dimensiones: conductas externalizantes o hacia afuera ( conductas agresivas o de hiperactividad) y conductas internalizantes o hacia dentro (retraimiento social, depresión o quejas somáticas) que pueden darse asociadas a trastornos afectivos o de ansiedad.

Dentro de los trastornos de inicio en la infancia y adolescencia, existe el subgrupo llamado trastornos por deficit de atención y comportamiento perturbador, que incluirian los siguientes:

  • El trastorno disocial
  • El trastorno negativista-desafiante.
  • El trastorno por déficit de atención con hiperactividad TDAH.
Estos tres grupos de trastornos agrupan conductas que resultan molestas para el niño y especialmente para su entorno, pero su gravedad varía, en una escala ascendente desde las conductas de desobediencia y desafío del trastorno negativista desafiante, hasta aquellas más graves de robo o agresión que podemos encontrar en el trastorno disocial. Algunos estudios, hablan incluso, de un continuo entre el TDAH en los niños, asociado a un trastorno negativista, y el trastornto disocial en la adolescencia, sino se trata en su debido momento.

La posibilidad de que se dé esta escalada entre trastornos, agudiza la importancia de una valoración e intervención temprana y eficaz.




jueves, 4 de julio de 2013

EL AUTISMO



El impacto que tienen los diferentes trastornos generalizados del desarrollo, hace necesaria una detección temprana de los mismos, que pueda dirigir una intervención precoz e individualizada.

Es importante conocer cuáles son los principales síntomas de cada uno de los trastornos, así como las diferencias que existen entre ellos.

Es importante no caer en la simplificación diagnóstica, ya que entre un niño autista y otro pueden existir enormes diferencias.

Si se quiere hacer una buena descripción de los síntomas de un niño con autismo, es importante colocarlos en un continuo que nos permita definir todos los síntomas que presenta y la gravedad de cada uno de ellos. Reconocer la diferencia entre los rasgos que presentan los niños autistas y lo que tienen en común con otros niños que no son autistas, pero que presentan rasgos autistas en su desarrollo, es primordial para una correcta valoración de cada caso y tratamiento.

El autismo dentro de los llamados trastornos generalizados del desarrollo, se caracteriza por una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados.

Este tipo de trastorno suele ponerse de manifiesto durante los primeros años de vida, acostumbran a asociarse a algún grado de retraso mental y coexisten con frecuencia con enfermedades médicas o neurológicas.

En el niño autista se muestran alteradas todas las áreas del lenguaje, principalmente las de dominio pragmático y declarativo. Presentan trastornos en la función comunicativa, en el lenguaje expresivo y en el lenguaje receptivo.

El desarrollo evolutivo en la comunicación del niño autista presentaría el siguiente patrón:

  • Entre los 6 y los 8 meses; llanto dificil de interpretar, balbuceo limitado o raro, no imitan sonidos gestos o expresiones.
  • A los 12 meses pueden aparecer las primeras palabras, pero con frecuencia carecen de sentido comunicativo. LLanto intenso, frecuente, que sigue siendo dificil de interpretar.
  • A los 24 meses si dicen palabras suelen ser menos de 15. Las palabras se pierden y los gestos se limitan a señalar.
  • A los 36 meses las oraciones son raras. Muchas ecolalias, pero poco lenguaje creativo. Pobre articulación. La mitad o más de los niños con autismo, no tienen lenguaje a esta edad.
  • A los 4 años, algunos combinan dos o tres palabras creativamente. La ecolalia persiste y algunos piden verbalmente.
  • A los 5 años, no comprenden ni expresan conceptos abstractos, no pueden conversar e invierten pronombres. Se siguen dando las ecolalias. Realizan preguntas escasas y repetitivas.
La evaluación temprana y precisa en estos casos, así como la intervención precoz, resulta de gran importancia de cara a la evolución de estos niños.

La parte esencial de la intervención se hace en el contexto educativo, en consonancia con la familia que ha de estar cuidadosamente asesorada y entrenada.

Dentro del campo de las alteraciones en la comunicación y lenguaje y dependiendo del nivel de profundidad del trastorno, las intervenciones van a estar centradas en la comunicación, en concreto en actividades que permitan fomentar conductas protoimperativas ( el niño debe aprender a pedir) y sobre todo protodeclarativas. En torno a estas últimas parecen centrarse los principales problemas del lenguaje del niño autista, pro lo que el trabajo sobre ellas ha de ser uno de los focos principales de atención.