LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

jueves, 25 de julio de 2013

LA IRA EN LA ADOLESCENCIA


Los adolescentes con altos niveles de ira a menudo revelan una falta de conciencia, que resulta especialmente importante para un buen manejo de este trastorno .

La respuesta de ira es característico de la conducta disocial que muestran algunos adolescentes, que se produce principalmente por falta de habilidad conductual y cognitiva, falta de control emocional y baja autoestima, que puede estar además asociada a problemas depresivos, de ansiedad y académicos entre otros.

Para que los adolescentes adquieran habilidades cognitivo-conductuales, que les lleven a afrontar con éxito las situaciones que no controlan y no respondan ante estas con ira, es importante que tomen conciencia de sus actos, de lo que hacen y de si verdaderamente se sienten bien respondiendo así, de forma que, desarrollen una sensibilidad a su respuesta de ira, que les permita empezar a ponerle freno cuanto antes.

Los programas específicos que muestran cierta eficacia, en la reducción de la frecuencia de la conducta disocial y su manejo, incluye el control de impulsos, la regulación emocional y cognitiva y la interacción social adecuada, además de la correcta aplicación de técnicas de relajación.

Los pasos que se siguen en el control de la ira, son los siguientes:
  • Cuidar la propia autoestima, cuidando las propias elecciones que el adolescente toma.
  • Procurar siempre mantener una orientación hacia la tarea, no hacia sentimientos o ideas irracionales sobre cada situación.
  • Es importante además, que el adolescente reconozca e identifique los escenarios y secuencias habituales de ira, así como las primeras sensaciones fisiológicas y/o cognitivas, para de esta forma reducir la activación fisiológica y revalorizar la relevancia de la situación y de los recursos de afrontamiento.
  • La expresión correcta de deseos personales y el refuerzo de autocontrol percibido, es importante para alcanzar el éxito en este tipo de trastornos.
El tratamiento de este trastorno producido principalmente por falta de autocontrol, confluye en el tiempo con un alto deterioro de autoestima, depresión o ansiedad, por lo que la mejor elección es el tratamiento psicológico y terapeutico, adecuado a cada caso.

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