LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

sábado, 31 de octubre de 2015

MEDICACIÓN EN TRASTORNOS DE ATENCIÓN

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Los Niños/as que son diagnosticados con TDA-H, podrían pertenecer a otras categorías diagnósticas psiquiátricas o padecer dificultades de aprendizaje, presentando síntomas similares, pero con etiología diferente.

Los datos actuales acerca de los trastornos de atención con o sin hiperactividad TDA-H suponen una grave alarma social, por la evolución de las cifras actuales. Algunos estudios señalan una prevalencia de 6% al 10% de la población de niños con edad escolar. Según otros autores lo más usual es situar la tasa de prevalencia entorno al 5%.
Estimándose además predicciones en aumento para un futuro próximo.

Para que el tratamiento y diagnóstico del TDA-H no obedezca a una visión reduccionista y simplificada de la psicopatología, no debe obviarse la etiología contextual, sistémica y ecológica que podría explicar el estado del menor, así como las claves emocionales implicadas y su historia psico-evolutiva.

La etiología del cuadro descrito bajo el nombre de TDA-H, puede deberse más a parámetros sociales, educativos o a otros tipos de trastornos físicos o psicológicos e incluso a dificultad de aprendizaje, llevando asociados dichos síntomas pero no siendo esa la causa orgánica, ni teniendo como base dicha alteración neurológica, por lo que en algunos casos, se podría tratar el problema de base, sin necesidad de incluir el tratamiento farmacológico.

Es importante considerar que las características cerebrales de cualquier etiología, no son causas o consecuencias de un comportamiento, sino que se van formando a lo largo de la vida, como parte de un proceso donde intervienen las interrelaciones biológicas, sociales y culturales, es decir la experiencia concreta en una historia de desarrollo individual, por lo que se puede tratar y modificar, teniendo en cuenta las mismas consideraciones personales y contextuales.

El uso de psicoestimulantes como el Metilfenidato, uno de los principales tratamientos para el TDA-H puede producir signos de docilidad en niños/as, sin que por ello mejore el rendimiento académico o se enriquezca el abanico de comportamientos, que permita al menor adaptarse mejor a su entorno, aunque si le permita moverse mejor en ambientes altamente estructurados.

Diversos estudios han constatado que, el consumo continuado de psicoestimulantes, causan apatía, retiro social, depresión emocional o comportamientos obsesivos o perseverantes. Por lo que debe tenerse en cuenta en le correcto diagnóstico y en las posibles opciones de tratamiento.

Al realizar el diagnóstico y tratamiento de los niños/as con trastorno de atención, se debe tener en cuenta las posibles etiologías y todos los factores influyentes, de forma que se trate el problema en su conjunto, favoreciendo la no categorización y el tratamiento más adecuado en cada circunstancia.

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