LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

miércoles, 11 de junio de 2014

METACOGNICIÓN INFANTIL

La capacidades metacognoscitivas parecen desarrollarse poco a poco. Se comienza con la supervisión de nuestro propio progreso y corrección de errores desde muy temprano. Los niños/as que no tienen buen desempeño en la escuela, a veces demuestran baja complejidad metacognitiva.

La capacidad metacognitiva es una habilidad que sirve para controlar y regular nuestro propio pensamiento y dirigirlo correctamente en función de las necesidades externas.

Según Flavell "los animales que piensan, planean, explican y hacen predicciones, pero fracasan amenudo, sienten la necesidad de controlar y regular su propio pensamiento".

Los niños desde el primer año de vida, practican las palabras que han escuchado o trabajan de manera activa, para recordar donde se encuentra un juguete atractivo. Cuando los niños/as llegan a preescolar tratan de corregir sus propios faltas del lenguaje y se hablan a sí mismos con respecto a las tareas fracasadas, desde pequeños estamos involucrados en el control de nuestra vida mental.

Hacer progresar estas habilidades metacognitivas en el entorno escolar mediante programas que enseñen solución de problemas y pensamiento, ofrece la posibilidad a los niños de mejorar su rendimiento escolar, personal y social.

Es importante dirigir a los niños/as para que presten atención a lo que van aprendiendo, a que observen sus propios procesos mentales, analicen sus errores y piensen en posibles soluciones.

Cuando los niños/as razonan, usan estrategias de toma de decisiones para responder preguntas, es común que esto incluya considerar prototipos, disponibilidad o búsqueda de ejemplos y construcción de explicaciones causales, por tanto se debe facilitar en el entorno escolar experiencias que les ayuden a desarrollar su propio pensamiento y a controlarlo por sí mismo, sólo de esta forma construirán su propio conocimiento y lo desarrollarán de forma correcta.

La solución de problemas que los niños/as se encuentran en su entorno escolar o social, comienza siempre con la identificación de un desafío. Al prepararse para enfrentarlo, muchas veces de forma inconsciente, representan el problema y adoptan una estrategia para resolverlo, con frecuencia se encuentra implicado una estrategia de generación-prueba, un análisis fines medio e imágenes, probablemente de situaciones similares y de como se solucionaron.

Por lo general, las evaluciones suelen presentarse al final en la solución del problema, aunque es importante también que los niños/as, aprendan a evaluar como va el transcurso de la solución de su problema, para poder ir rectificando sobre la marcha, y sean más consciente en su transcurso, de los aciertos y errores.

Poniendo a los niños/as en ese tipo de situaciones, e invitándoles a que sean conscientes del transcurso de la solución y rectificación cuando sea necesario, conseguiremos que sean autónomos y resuelvan las cosas de forma correcta, aprendiendo el camino más adecuado en cada situación, por sí mismos.

En el lenguaje hablado ocurre lo mismo, al ser rápido e imperfecto, la comprensión del habla es un logro mayor. Sin embargo, parece que se hace de forma automática y sin aparentar mucho esfuerzo. Se trata de manera continua de determinar lo que se escuchará, con ayuda del conocimiento que se tiene del lenguaje y los sucesos.

Los niños/as desarrollan los elementos básicos del lenguaje, al llegar cerca de los cinco años de edad. La motivación inicial del lenguaje, es probable que sea el deseo de atraer la atención, con el fin de satisfacer deseos y necesidades.

Al año los bebés hacen ruidos distintivos, que imitan los que producen las personas que los rodean. Entienden el significado de las palabras y las utilizan para transmitir ideas. Cerca del año y medio, empiezan a hablar un lenguaje telegráfico, que tiene sus propias leyes. A los dos años y medio, ya han progresado más allá de dos palabras, llenando espacios gramaticales, aumentando vocabulario y alargando oraciones. En todo este proceso han utilizado la metacognición, aún sin saberlo.

Enseñar a los niños/as a utilizar conscientemente la herramienta metacognitiva, para el aprendizaje del lenguaje y las leyes que lo dirigen, es importante para  que lo asimilen  y reproduzcan de forma correcta a cualquier edad y en cualquier etapa escolar. Pero es quizás mucho más necesario, en aquellos casos en los que existe alguna dificultad en su aprendizaje, pues probablemente quiere decir que, no están aplicando el proceso metacognitivo de forma correcta, sólo enseñándoles a ser conscientes de su aprendizaje, de sus aciertos y errores, les hará solucionar la dificultad  para seguir avanzando.

Lo mismo ocurre en el caso de niños/as que muestran problemas en el aprendizaje matemático, hacer que sean conscientes de los procesos y las reglas que lo rigen, ayudará a que lo comprendan y avancen en su conocimiento.

Trabajar con los niños/as en la comprobación de hipótesis, conforme interactúan con otros niños/as en el entorno escolar, para determinar las reglas del lenguaje, matemáticas o en cualquier otro área, es fundamental para aprender a comprender y desarrollar su propio conocimiento y así vencer cualquier tipo de dificultad, ya sea educativa, social o psicológica, que se puedan ir encontrando a lo largo de su desarrollo personal y educativo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario