LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

sábado, 25 de abril de 2015

CONVERTIRME EN MI MISMO/A


La idea del ti mismo se forma a través de las experiencias personales, de las relaciones con los demás a lo largo de la vida y de nuestra propia valoración y percepción.

Pero ¿Qué es el autoconcepto y la autoestima?
El autoconcepto es la idea, pensamiento o percepción que una persona tiene de sí misma. Esa idea de ti mismo, se va forjando a través de tus experiencias en las relaciones con los demás a lo largo de tu vida.
La autoestima es la satisfacción personal, (sentimiento) con la manera de ser. Cuando una persona se siente satisfecha consigo misma, está contenta de cómo es, tiene alta autoestima. Cuando se siente insatisfecha, mira cómo es y no se gusta, tiene una baja autoestima.

¿Cómo se desarrolla la autoestima? La autoestima es fruto del aprendizaje y en su desarrollo influyen:

-          La valoración recibida: de nuestros padres u otras personas importantes para nosotros. Al sentirnos valorados por ellos aprendemos a valorarnos.
-          La valoración propia: según vamos creciendo debemos aprender menos de las valoraciones de los demás y nos habituamos a afirmarnos a nosotros mismos. Hemos de tratarnos con amor y humor. Si tenemos sentimientos positivos sobre nuestra valía personal, seguramente los demás nos valorarán también positivamente.
-          La valoración compartida: la persona auténtica, a medida que se va aceptando tal y como es, va aceptando a los demás tal y como son: diferentes y originales. La seguridad en uno mismo, no es sobrarse consigo mismo. Si propicias la autoestima de los demás, ayudándolas a conocer sus cualidades, generalmente recibirás lo mismo.
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Por tanto al contrario de lo que algunas veces se opina, la autoestima no es….:

-          Sinónimo de vanagloria y de engreimiento de los logros conseguidos.
-          Tampoco implica una descalificación de los demás: soy más fuerte, soy más guapo, soy más inteligente. Esas calificaciones son más bien un signo de debilidad: me siento tan poca cosa, que tengo que descalificar a los demás para sentir que soy alguien.
-          Tampoco consiste en tener contentos a los padres, amistades…; no es una carrera por ganar el aprecio de los demás, porque se basa en lo que uno es, independientemente de lo que piensen los demás. Por eso, el tener más poder, más dinero o más cultura, no significa tener mayor autoestima.

La autoestima ¿Para que vale?

-          La autoestima nos sirve para actuar con independencia: asumir la responsabilidad de conducirse a sí mismo. No necesita que nadie le controle, asume su propio control sobre sus pensamientos, sentimientos y conductas.
-          Tolerar bien la frustración: no teme equivocarse, se es capaz de aceptar los fracasos y los problemas que sobrevienen, y no cesa en el intento hasta que consigue lo que quiere.
-          Expresa sus emociones y sentimientos de forma adecuada: es capaz de expresar lo que siente sin dañar al que tiene enfrente, sabe respetarse a sí mismo y respetar a los demás. Por lo que es muy valorado.
-          Asume sus responsabilidades: a la larga sólo es constante y responsable el que tiene confianza en sí mismo, el que cree en su aptitud.
-          Aprende más y mejor: tiene expectativas positivas sobre sus resultados, y por tanto, no tiene dificultad para afrontar nuevos retos con entusiasmo, disfrutando de los logros conseguidos.

¿Cómo podemos mejorar la autoestima?

-          Para gustarte empieza aceptándote tal y como eres: debes potenciar tus cualidades y mejorar tus puntos débiles.
-          Aprende a hablar de ti en positivo: reconocer los valores que posees ayuda a sentirse y relacionarse mejor.
-          Convierte tus pensamientos negativos en positivos: si me es fuerzo es seguro que todo saldrá bien, si no pruebo nunca sabré si puedo o no puedo.
-          Cuida de tu bienestar físico, psíquico, intelectual y emocional, aprende a disfrutar de las pequeñas cosas, que te ocurren a diario.
-          Piensa en las cualidades y aspectos positivos que creas que tienes.
-          Haz un esfuerzo para tener una relación sincera con los demás. Expresa clara y abiertamente tus opiniones, pero de manera apropiada, sin ofender al que tenemos enfrente, la persona auténtica inspira confianza. Seguramente porque es transparente, sin dobles intenciones.
-          Elimina de tu mente los errores de pensamiento como:
o       Generalizar y exagerar, impidiendo ser realistas, estos pensamientos son exageraciones que debemos saber relativizar.
o       Sacar conclusiones imaginarias: comprobar que es lo que verdaderamente pasó, evitará sufrimientos inútiles.
o       Pensamientos de todo o nada: ya que todos tenemos un poco de todo.
o       Pensamientos personalizados: suponer que todo lo que ocurre en el ambiente está relacionado contigo y comprarse negativamente con los demás.

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