LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

martes, 15 de abril de 2014

PROBLEMAS PSICOLOGICOS Y SOCIALES EN LA VEJEZ


Hoy en día la sociedades de muchos países tienen culturas orientadas hacia la juventud, envejecer significa perder cualidades juveniles que son valoradas. Esto tiene graves consecuencias psicológicas, físicas y sociales en las personas que llegan a esta etapa de la vida, como depresión, ansiedad, malos tratos, aumento de perdida capacidad cognitivas y físicas. En el año 2020 las personas mayores de 60 años, serán una parte importante de la población, la cultura deberá hacerse más hospitalaria hacia los ancianos, con el fín de aumentar la productividad también en esta etapa de la vida.

La cultura es una importante influencia en la experiencia del envejecimiento,  por ejemplo en Japón a los ancianos se les honra, viven con los hijos, reciben un trato preferente y son consultados en decisiones importantes, en esta sociedad los ancianos son más activos, participan en asuntos comunitarios, familiares, cuidado de los niños.

En sociedades como la Estado Unidense más orientada hacia la juventud, los ancianos se sienten inútiles y no queridos, los informes de depresión, ansiedad son comunes. En este tipo de sociedades se considera esta etapa de la vida como algo negativo y sólo se tienen en cuenta ciertos factores como el decaimiento de la belleza, la velocidad y la fuerza o la perdida de trabajo o ingresos, no valorando en ellos otros factores positivos como la experiencia, sabiduría, control, tiempo y productividad, lo que les lleva al aislamiento, soledad, falta de respeto e incluso malos tratos.

Esta actitud sobre todo si es radical y llega al mal trato psicológico o físico de las personas mayores, les puede acarrear graves consecuencias:

  • A nivel físico: peor percepción de su salud en general, tanto objetiva como subjetiva, mayor numero de accidentes, problemas óseos, digestivos, dolor crónico, presión arterial, problemas cardiacos, abuso de medicamentos ansiolíticos y antidepresivos. Hay estudios que sugieren incluso incremento de la mortalidad.
  • A nivel psicológico: somatización, ansiedad, baja autoestima, depresión, angustia, irritabilidad, reducción de la capacidad de memoria, aislamiento social, alteración de la percepción y de la valoración de lo que sucede, tentativas autodestructivas como el suicidio.
  • A nivel social: aislamiento social y económico.
En muchos casos es importante una adecuada intervención psicológica individual y familiar con el fin de paliar la situación de riesgo, fomentando:

  • El soporte y la expresión emocional, sentimientos y temores.
  • Reducción del estrés y la ansiedad
  • Realización de una reestructuración cognitiva, donde se eliminen ideas irracionales o erróneas, disminución de emociones dolorosas, culpabilidad, vergüenza....
  • Análisis de las situaciones de riesgo y entrenamiento en habilidades sociales.
  • Combatir barreras; identificar pensamientos distorsionados y eliminarlos.
  • Favorecer y apoyar una tendencia la resolución de problemas, análisis de consecuencias y toma de decisiones.
  • Fomentar la autoestima, ensayando mediante modelaje las situaciones de riesgo.
  • Aprender y practicar el distanciamiento cognitivo ante hábitos no saludables, que se puedan dar hacia su persona.
El ejercicio físico y mental ayuda a mantener las habilidades motoras y cognitivas, incluso en personas que viven más allá de los 90 años. La actitud, el pensamiento, la forma de vida y cuando sea necesario el apoyo o la rehabilitación psicológica y médica, son importantes en este periodo de la vida, para poder seguir manteniendo calidad de vida y productividad.

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