LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

miércoles, 30 de abril de 2014

COMUNICACIÓN PREVERBAL EN BEBES E INTERACCIÓN SOCIAL

" Todas las actividades intelectuales, incluido el lenguaje, aparecen primero en actividades de naturaleza social del niño con los otros, para luego interiorizarse". Es importante propiciar el establecimiento y consolidación de los prerrequisitos comunicativos, desde el comienzo de la relación adulto-niño/a, en los diferentes contextos de desarrollo en que dicha relación tenga lugar, pues es especialmente relevante, la contribución que los adultos próximos al niño, aportan al desarrollo del lenguaje, en las primeras edades del desarrollo.

Gracias a que al niño/a se le habla desde el comienzo, aprenderá a la larga a hablar, pero también es cierto que sólo con esto con hablarle, no es suficiente para que el niño comience a hablar.

La seriedad de la reacción de un niño/a cuando la madre no le responde, a pesar de sus esfuerzos, demuestra lo importante que es para él la reciprocidad, pudiendo llegar a actuar como un ser introvertido, a prescindir de la madre e incluso en ocasiones, romper a llorar. Este tipo de carencia afectiva y comunicativa, puede propiciar en él cierta patología psicológica y/o comunicativa, que deberá tenerse encuenta en cualquier valoración y tratamiento. Las expresiones afectivas en correspondencia, son antecedentes necesarios de todo despliegue de capacidades comunicativas, que desembocan, más tarde, en el lenguaje hablado.

Igual de importantes son las demostraciones que hace el niño/a, cuando está motivado en comunicarse con sus semejantes, de mantener mínimamente el interés por el otro en las situaciones cara a cara, de responder a las incitaciones cariñosas y de interpretar el rostro de la madre, como una fuente de señales afectivas que , al mismo tiempo, contribuyan a regular la interacción.

Desde el momento en que el niño/a, es capaz de alimentar un mínimo de expectativas, podemos asegurar que hay en él una autentica intención de comunicar, en los casos en que esto no se dé, en un periodo de tiempo en el que ya debería darse, deberá ser valorado por un especialista, pues nos puede indicar problemas comunicativos, del habla en un futuro o cualquier otro tipo de patología.

El estado de ánimo de los progenitores juega también un papel importante en los patrones de comunicación con los bebés o el niño/a. En los casos en que estos tienen una madre o padre depresivo/a, en este tipo de relaciones comunicativas los niños/as se muestran desorientados, por los altibajos que muestran sus progenitores en los estados de anímo, no pudiendo llegar a regular su actuación,  al no cumplirse las expectativas de situaciones idénticas anteriores. Las situaciones no son predecibles por un patrón normal de actuación, sino que dependen del estado de anímo del progenitor en ese momento, lo que a la larga dificulta la comunicación, interacción e interpretación que el niño/a o el bebé realicen.

El papel de la madre o el padre es asimétrico en relación con el niño/a, convirtiendose, así en el o la responsable del buen curso de la interacción, la madre teje para el niño/a una especie de urdimbre donde las manifestaciones infantiles quedan bien colocadas, generando una trama espacio-temporal donde se combinan con las suyas propias.

Algo muy importante y que nos indica que se da un paso más en la comunicación es la indicación, que el niño/a hace hacia los objetos o personas, lo que lleva a ese algo o alguién a ser centro de interés compartido y marca la base de la comunicación, suele suceder entorno a los 9 meses. Algo que indica que se supera esta etapa inicial del lenguaje, es que comience a denominar cosas o recuerden objetos o situaciones distantes en el tiempo y en el espacio, cuando comiencen a conversar, entonces la referencia que se da en la comunicación estará plenamente establecida, si esto no es así, no habrá superado esta etapa (protodeclarativa o protoimperativa) y puede ser necesario, que reciba apoyo logopédico para superarla.

La comunicación humana es algo más que dominar un código de transmisión de significados; es sobre todo, usarlo según determinadas reglas sociales. De ahí que, el niño/a, antes de hablar quizá necesite durante algunos meses,  aprender mucho más acerca de las reglas de uso que del código lingüistico propiamente dicho.

El bebé accede al mundo humano de los símbolos, del lenguaje y también de la cultura, gracias a los adultos y en especial a la madre, que le proporciona la ayuda y un contexto singificativo para ir avanzando en su desarrollo. A medida que se avanza en el desarrollo, la relación madre-hijo se va haciendo más asimétrica, en el sentido de que el niño puede tomar la iniciativa para iniciar, mantener, interrumpir u orientar el significado de las interacciones, esto nos indica que todo va bien.  De todas formas también se deberá observar en el niño/a,  la forma de expresar las cosas, pues nos indicará si todo sigue una buena marcha.

La madre/padre cuando el niño/a empieza a hablar, no sólo comprenden todo lo que dicen, sino que incluso entienden lo que quiere decir y que, no saben expresar de forma correcta. Esta capacidad de los padres de anticipar el significado de los mensajes de su hijo/a, de suplir sus deficiencias juega un papel esencial en el proceso de aprendizaje, porque le da al niño/a la confianza necesaria para seguir intentando expresarse y manifestar su pensamiento, a pesar de lo límitado de sus recursos. Aunque si esto se alarga en el tiempo más del periodo establecido como normal, puede generar en el niño/a justo el efecto contrario,haciendo que no avance en la función expresiva de su lenguaje y necesite del apoyo de un especialista, que guíe además en el apoyo que los padres,  realicen a sus hijos en su aprendizaje y expresión del lenguaje.

Es fundamental en cualquier tipo de intervención que el rehabilitador o logopeda, conozca estos procesos previos anteriormente mencionados, en la adquisición del lenguaje, dado que en frecuentes ocasiones se sustenta en ellos su intervención. Existe además cierto paralelismo entre la interacción adulto-bebé o niño/a y la de educador, psicopedagogo o logopeda y el alumno o paciente, se trata de un tipo de interacción en la que el adulto o psicopedagogo, logopeda andamia los logros del niño/a mostrandole los caminos a seguir en su aprendizaje lingüistico, por eso es tan importante que los adultos en esta etapa,  ayuden correctamente a los niños/as a conseguirlo,  sobre todo en los casos en los que tengan cierta dificultad para lograrlo o no consigan  pasar de etapa, en esos casos el especialista ayudará  y apoyará tanto al niño/a como a la familia, en el proceso de aprendizaje lingüistico.

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