"La satisfacción laboral correlaciona en forma positiva, con el grado en el cual el trabajo refleja los intereses individuales y permite el uso de las habilidades". Eichorn.
Las personas traen a cualquier situación laboral su patrón distintivo de habilidades, necesidades, valores y metas. Cualquier persona cuya capacidad, no corresponda mucho con la tarea que realiza, tiende a sentirse incomoda e infeliz.
Suponiendo que esta correspondencia es razonable, cabe preguntarse si ¿existen características personales, que hacen más posible para ciertas personas, el lograr la satisfacción laboral?.
Diversas investigaciones indican que la complaciencia en el trabajo, está vinculada con características particulares específicas, como la capacidad de evaluación, crítica o reflexión.
En estos estudios se analizó la satisfacción laboral de diversas personas, a su incorporación a la empresa y posteriormente 20 años después y pudo comprobarse que: el éxito en el trabajo, no estaba relacionado con la satisfacción en la vida.
Los hombres que habían triunfado laboralmente, no necesariamente estaban satisfechos, con lo que habían logrado. Muchos de los trabajadores más felices, ocupaban puestos relativamente bajos en la dirección, se concluyó que: los trabajadores satisfechos no eran muy evaluativos, críticos o reflexivos. En lugar de esto, aceptaban lo que les tocaba y recalcaban lo positivo. Es posible que estos rasgos personales, optimicen la probabilidad de todo tipo de satisfacción.
Otros estudios con mujeres trabajadoras se han sorprendido también, porque las mujeres manifiesten más satisfacción laboral que los hombres, ya que sus condiciones objetivas de trabajo dejan mucho que desear.
Comparadas con los hombres, en promedio las mujeres ganan menos en empleos similares y se les aisla en ciertas ocupaciones y funciones de poco prestigio y poder.
Es irónico que las mujeres parecen trabajar más fuerte, durante más tiempo y por menos salario, sin embargo, pocas se consideran vícitmas de la discriminación, a pesar de que piensan que en general las mujeres lo son.
¿Porque? Las observaciones sugieren que existe poca discrepancia, entre lo que las mujeres obtienen de sus trabajos y lo que quieren lograr, o lo que sienten que tienen derecho a alcanzar. Las mujeres tienden a compararse con otras, sentirse mejor que la mayoría y no darle importancia a las diferencias, entre su situación y la de los hombres con quienes laboran. Nuevamente aparecen en ellas las tres características clave evaluación, crítica y reflexión.
Nuestras necesidades, valores, metas y habilidades son las que nos indican, como valorar un situación laboral como satisfactoria, hay personas que alcanzan sus metas en la vida personal y profesional y otros que nunca llegan a alcanzarlas.
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