El aprendizaje puede continuar en la ancianidad; los ancianos conservan las capacidades para dominar información novedosa.
Gran parte de la investigación en ancianos saludables indica que, las capacidades lingüísticas y numéricas se mantienen bastante bien en la última etapa de nuestra vida.
Por lo general en esta etapa se posee especial destreza para aprender materiales que interesen. Según suponen los investigadores esto es debido a que, el poseer una gran cantidad de información, proporciona asociaciones adicionales que hacen que los hechos nuevos se adquieran con mayor facilidad.
La mejor noticia es que el potencial para resolver problemas de manera creativa, permanece intacto en la vejez. Parece ser que los ancianos en la resolución de problemas, son capaces de utilizar mejor que los jóvenes sus recursos intelectuales por eje. poseen disciplina adicional, saben controlar mejor sus sentimientos hacia los demás, diferencian mejor las tareas principales de las secundarias.
Cuando se trata de actividades donde deben rememorar material que fue aprendido de forma natural, durante un periodo considerable de tiempo (p. eje, habilidades usadas en el trabajo), los ancianos sobresalen igualando o superando a las personas jóvenes.
Estos resultados nos indican, la importancia que tiene seguir manteniéndonos activos en la vejez y cultivar no sólo nuestro cuerpo, sino además nuestra mente. El mantenernos así hará que sigamos teniendo y percibiendo el control sobre nuestras vidas que tan importante es, para mantener nuestra capacidad física, psicológica y mental en condiciones óptimas.
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