Un líder que establece reglas de juego simples, eficaces y claras, proporciona a sus colaboradores la información necesaria para que sepan a que atenerse, lo que afecta a sus expectativas de rendimiento y a su nivel de aspiración.
Este tipo de liderazgo es efectivo en organizaciones maduras que no registran constantes procesos de crisis, siendo muy apropiado en momentos de estabilidad. No pretenden cambiar el estado de las cosas y en cierta medida se les considera, buenos administradores.
Este tipo de modelo del "ejecutivo al minuto", se centra en tres técnicas, que constituyen otros tantos principios de actuación.
- La técnica de la "previsión de objetivos en un minuto", es una expresión simplificada de DPO(Dirección por objetivos), y se basa en dos conceptos estrechamente relacionados: cuanto más clara está la idea de lo que se pretende conseguir, mayor es la oportunidad de lograrlo; este logro de resultados se puede medir en función de la meta a la que se va y formular una previsión de objetivos, según esta técnica, no requiere más de doscientas palabras.
- La técnica de los "elogios de un minuto", se basa en la teoría psicológica del condicionamiento operante, al realizar una actividad y dar una respuesta, se da una consecuencia agradable o desagradable. La probabilidad de que se repita una conducta que deseamos potenciar, será mayor si la consecuencia que va a seguir esa conducta es agradable o positiva, o si desaparece algo negativo tras realizarla. Por otra parte, la probabilidad de que disminuya una conducta que no queremos que se realice, será mayor si la consecuencia es negativa o si desaparecen situaciones ambientales positivas.
- La técnica de las "reprimendas en un minuto" deriva de las técnicas disciplinarias, broncas efectivas y muy breves.
Este líder transaccional busca realizar una buena administración, estableciendo unas reglas del juego simples y eficaces con sus colaboradores.
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