Según diferentes estudios, la sensación de control en la tercera edad, parece prolongar la vida.
En general los psicólogos encuentran en la etapa de la vejez, más conformidad, pasividad y dependencia de otros, que en otras etapas de la vida. De la misma forma que también han podido comprobar, que el trabajo de algún tipo en esta edad, aporta sensación de ser productivo y útil, prediciendo la vida hasta edad avanzada. Los hallazgos de diferentes investigaciones sugieren que; la percepción de control incrementa la salud mental y física, promueve la longevidad.
Las personas que en la tercera edad, siguen teniendo responsabilidades, muestran más signos de alerta, participación activa y sentimientos positivos, les produce mayor sensación de control sobre sus vidas, produciéndose un menor numero de fallecimientos, que en aquellos grupos de personas que dependen de los demás, en esta etapa de su vida.
En estos momentos hay una serie de estudios, que han replicado estos descubrimientos. Cuando los ancianos creen que ejercen dominio sobre su entorno, incluso si no es así, mejora su salud, la mortalidad y la sociabilidad.
La percepción incrementada en la tercera edad y el ejercicio de control, desencadenan procesos que benefician la salud, incluyendo la eficiencia del sistema inmunológico.
Es importante también resaltar que; aunque mantenerse activo en esta etapa de la vida es importante para la salud física y mental de la persona, se debe mantener un equilibrio entre trabajo y estado físico de forma que se adecue este a nuestras posibilidades, pues el ritmo de actividad no puede ni tiene porque ser igual, que en etapas anteriores.
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