LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

domingo, 31 de agosto de 2014

DISGRAFIA EVOLUTIVA EN LA INFANCIA


La disgrafía evolutiva que presentan algunos niños/as se manifiesta con alteraciones en la escritura debido a errores fonológicos u ortográficos, sin que exista una razón aparente, el diagnostico y tratamiento deberá ser lo más precoz y completo posible para evitar futuros trastornos asociados.

Existen diversos tipos de disgrafías según sus causas o síntomas, podemos distinguir una disgrafía primaria funcional o evolutiva, cuyos síntomas en la escritura son producidos por defectos funcionales o madurativos y la disgrafía secundaria, sintomática o de proyección disléxica, motriz o caligráfica, cuyos síntomas pueden ser debidos a causas neurológicas, sensoriales, caracteriales o psicopedagógicas, que conlleva un trastorno más grave donde uno de sus síntomas es la disgrafía.

Las disgrafías evolutivas sin embargo suelen manifestarse en las escritura de algunos niños/as que sin que exista razón aparente, muestran dificultades al escribir en alguna etapa de su infancia. Suele manifestarse en niños/as con una inteligencia normal o superior, un desarrollo perceptivo y motor adecuado, un ambiente familiar y socioeconómico bueno, una escolarización buena, incluso con rendimiento alto en materias en las que no interviene el lenguaje.

En este tipo de disgrafía podemos encontrarnos con niños/as con una disgrafía fonológica, a causa de no haber conseguido desarrollar bien  el aprendizaje en su vía fonológica (unido en muchas ocasiones a problemas fonológicos y de logopedia) y que pueden mostrar dificultades con la escritura en general y principalmente con la escritura de pseudopalabras y palabras desconocidas.

Otros niños en cambio presentan lo que se llama una disgrafía ortográfica, presentando más dificultades en los trazos correctos de las letras, pudiendo afectar a su contenido y calidad, presentando síntomas similares al trastorno disléxico, además de disgrafía motriz, con síntomas específicos en los movimientos gráficos disociados, tonacidad alterada, signos incorrectos etc.

Es importante que el diagnóstico de la disgrafia esté orientado hacia las causas que lo originan y que sea lo más completo y precoz posible tanto en su diagnóstico como en su tratamiento, con el fin de que el problema no derive en otros trastornos de aprendizaje.

Para la realización de dicho diagnóstico y tratamiento el especialista valorará el desarrollo madurativo del niño/a (neuromotriz, del lenguaje, conducta etc..), sus funciones neuropsicológicas (nivel cognitivo, dominancia, organización perceptiva, perfil psicomotor, organización espacial, esquema corporal, personalidad..), nivel pedagógico (madurarez para la lectoescritura, nivel lector y de escritura), calidad de la escritura.
Sí las disgrafías van asociadas a problemas perceptivos, neuromotrices o de hipercinesia, es conveniente realizar una exploración complementaria por el especialista médico según el campo, neurológico, auditivo u oftálmico.

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