LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

viernes, 24 de mayo de 2013

QUIEN NOS AYUDARÁ SINO:NUESTRA AUTOESTIMA



En este mundo en el que vivimos, ¿Necesitamos grandes dosis de autoestima para salir a delante? o ¿Demasiados niveles de autoestima nos puede dificultar, más de lo que pensamos?

Hoy en día vivimos en un entorno de alto estrés y competitividad, en el que se pone a prueba nuestra autoestima constantemente.
Como funciona la autoestima en situaciones límite, que es lo que podemos conseguir con una autoestima en dosis adecuadas, como nos influye en nuestro caracter y en lo que conseguimos en la vida. Es algo que todos nos hemos planteado en algún momento.

La autoestima es al fin y al cabo una faceta de la personalidad, la actitud valorativa que una persona tiene hacia sí mismo, o el componente afectivo de la actitud hacia uno mismo, que puede ser basicamente de aprecio o respeto, o de menosprecio y rechazo, favorable o desfavorable. Expresa los aspectos valorativos de la identidad personal, nuestro autoconcepto.

Hasta ahora, se ha pensado que la baja autoestima estaba asociada a psicopatología y la alta autoestima estaba considerada un factor de protección frente a ella, pero estudios recientes señalan que no es la baja autoestima, sino su variabilidad la que supone un aumento de sintomatología depresiva, es decir excesos en la fluctuación de autoestima, son los que están relacionados con altos niveles de ansiedad y depresión.

Del mismo modo, también se ha podido constatar que una autoestima positiva elevada, va acompañada de una insensibilidad hacia los problemas ajenos, lo que entorpecería el establecimiento de relaciones personales y sociales adecuadas, produciendo además un déficit de realismo autocrítico, que dificultaría una resolución eficaz de los problemas.

La baja autoestima igual que su alta fluctuación, no es sólo un síntoma de depresión, sino un factor de riesgo para otros trastornos de la personalidad, que dificultan por diversas vias, la adaptación satisfactoria al entorno.

Una autoestima hipersensible, variable, fluctuante, aunque fuera elevada, no contribuye a garantizar salud mental. Elevaría eso sí el nivel de rasgo de narcisismo, llevando a la persona a una inadaptación en su propio medio.

En estudios recientes se ha podido demostrar que, es la inestabilidad de la autoestima  más que su nivel y su caracter implícito(el que veraderamente tiene la persona), más que el explicito (el que se muestra a los demás), el que predice un aumento posterior de sintomas depresivos. La autoestima fragil sería por lo tanto la combinación de una alta autoestima explícita y una baja autoestima implícita. Encontrandose además mayores niveles de narcisismo, entre aquellas personas con alta autoestima fragil.

 La estabilidad en la autoestima se da cuando existe una congruencia entre autoestima implicita -explicita (la persona muestra la autoestima que verdaderamente tiene) y esta además no es variable, ni depende de los factores externos que estén aconteciendo a nuestro alrededor.

Podemos por lo tanto constantar que un correcto nivel de autoestima, su estabilidad interna-externa y una invariabilidad ante la influencia de factores externos negativos que nos puedan acontecer, marca la capacidad que un individuo tiene de adaptarse al ambiente y condiciona su salud mental y física.

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