LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

sábado, 2 de noviembre de 2013

DESGASTE LABORAL


El desgaste transforma a la gente dedicada a su trabajo en trabajadores ineficientes, apáticos, frustrados y que se estancan.

El estado emocional llamado desgaste es un obstáculo vital para la complaciencia en el trabajo, principalmente de aquellas personas que trabajan en el sector servicios y tienen que trabajar inténsamente atendiendo a personas con dificultades.

Las característica más importante que se deriva de ello es un cansancio en el idealismo, energía y objetivos. "parecen tener cansancio de la compasión". Se piensa que la principal fuente de desgaste es, intentar alcanzar metas poco realistas. Las personas que trabajan en puestos que auxilian, a menudo empiezan con finalidades nobles, pero ingenuas, que no pueden lograrse. Existen además otras frustraciones ocultas que pueden inducir este desgaste:

  • Es difícil medir los logros en las profesiones de servicios.
  • Es común que las instituciones carezcan de recursos y apoyo por parte de las administraciones.
  • Tienen que verselas por lo general, con supervisores y clientes exigentes a veces hostiles que tienden a criticarlos, cargas pesadas de trabajo y muchos tramites administrativos.
  • Las pagas suelen ser bastante bajas.
Conforme las emociones se hacen más intensas, los trabajadores desgastados intentan evadirse, sufriendo los usuarios las consecuencias, ya que intentan evitar el trabajo y cuando no pueden eludirlo su servicio es ineficiente.

Pero este desgaste no tiene porque llegar a ser fatal, existen tácticas para eludirlo o minimizar el desgaste laboral:
  • Una de ellas es la reestructuración de empleos, para proporcionar oportunidades de realizar una mezcla de tareas, introduciendo otras que conlleven poca tensión.
  • Otra seria disminuir porcentajes personal-clientes, para minimizar la sobrecarga y renovar el entusiasmo.
  • Por otra parte los empleados deben ver sus problemas de manera realista, abandonando ideas irracionales e ideales, formulando y trabajando para lograr nuevas metas alcanzables.
La forma en que se reestructuran los empleos influye enormente en la satisfacción o el desgaste laboral. Los Japoneses son pioneros en la utilización de un conjunto de actividades, que incrementan la satisfacción de sus empleados minimizando este desgaste. Las empresas tienen menos categorías que por ejemplo en Estados Unidos y reestructuran los puestos de forma que las tareas de cada empleado sean más variadas e interesantes. Esta política decrementa el tiempo de ocio, pues se espera que alguien capacitado realice un trabajo que es necesario.

Los japoneses también subrayan la autorregulación y planificación propia de responsabilidades en los empleados, además de una retroalimentación frecuente. Los trabajadores y los ejecutivos trabajan como si fueran iguales en pequeños equipos y se comunican con asiduidad. No hay recordatorios molestos de las diferencias de posición, como códigos de vestimenta especiales o estacionamientos y restaurantes para ejecutivos.

Los detalles igualitarios transmiten el mensaje de que todos son importantes y generan el respeto al trabajo de todos. El trabajo en grupos pequeños e igualitarios, donde no existen tantos tramites ni burocracia y donde la aportación de cada uno es importante, influye en el éxito de los resultados personales y profesionales.


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