LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

sábado, 8 de junio de 2013

DESARROLLO DE LA IDENTIDAD PERSONAL Y TEMPERAMENTO EN BEBÉS


El primer paso en el desarrollo de la identidad de una persona es ser consciente de la propia individualidad, adquiriendo el sentido del yo, independiente y distinto de los demás. Este sentimiento se produce entre los 12 y los 15 meses.

En el proceso de desarrollo de la identidad podemos destacar dos dimensiones:

  • Autoconcepto: conocimiento que tenemos de nosotros mismos, y que por tanto puede ser correcto o incorrecto. Se refiere al componente cognitivo.
  • Autoestima: valoración que se hace de ese conocimiento, es decir, ¿como nos valoramos?. Este aspecto puede ser respondido como positivo o negativo. Es el componente emocional de la identidad.
El desarrollo de un conocimiento personal correcto y una valoración positiva viene definido por la etapa de la iniciativa frente a culpa, que va de los 3-6 años. En esta etapa los niños cada vez actúan de manera más independiente, pero por un lado, no siempre sus esfuerzos tienen éxito, y por otro, en el ambiente se producen una serie de reacciones por parte de las otras personas, positivas o negativas.

Los adultos deben servir de guía y apoyo para que los niños incrementen la confianza en sus posibilidades. Recriminar o desanimar a los niños en sus ejecuciones, generan sentimientos de culpa y frustración.

Pero ¿Que podemos decir del temperamento? ¿Cuando se manifiesta y como se desarrolla?. Entendemos por temperamento, un estilo relativamente consistente de responder de manera emocional a estímulos ambientales. Este hace que algunos niños tiendan a mostrarse felices, mientras que otros tienden a llorar más a menudo o estar de mal humor.

Por diferentes estudios se han visto que los bebés pueden mostrar tres tipos de temperamento:

  • Bebés fáciles: suelen manifestar buen humor y sus reacciones emocionales son moderadas. Se adaptan rápidamente a la rutinas infantiles  responden con curiosidad ante nuevas experiencias y situaciones. El 40% de los bebés están en esta categoría.
  • Bebés difíciles: suelen reaccionar negativamente y lloran amenudo. Tardan en adaptarse a nueva situaciones e incluso a las rutinas diarias. El 10% de los bebé se incluirían en esta categoría.
  • Bebés lentos de animar: manifiestan un nivel de actividad más bajo que los anteriores, suelen mostar un estado de ánimo de baja intensidad, y se adaptan lentamente a las nueva situaciones. Suelen ser el 15% de los bebés.
El 35% restante no puede clasificarse de manera consistente en alguna de las tres categorías comentandas, mostrando una combinación de todas ellas.

Este tipo de conductas marcan su personalidad en el futuro, pues las conductas de los adultos suelen responder de forma positiva o negativa a estos tipos de patrones.






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