LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

lunes, 17 de junio de 2013

LA DEPRESIÓN EN LA ADOLESCENCIA


Clásicamente se ha identificado la adolescencia como un periodo de gran alteración emocional, esto especialmente se puede observar en la adolescencia temprana, donde existe una mayor tendencia a sentirse muy felices o muy tristes, cambiando de una a otra sin aparente explicación; además la intensidad de sus reacciones emocionales, en muchas ocasiones, no tiene relación con la causa que las origina, pudiendo un hecho intrascendente, desencadenar un episodio de cólera.

Por otro lado se sabe que, la afirmación de sentirse muy feliz, disminuye en un 50%, desde la infancia a la adolescencia.

Ante este momento vital resulta importante y positivo que los adultos, especialmente los padres, sean conscientes de esta fuerte inestabilidad emocional y sepan responder comprensivamente, ya que con el tiempo, los adolescentes van manifestando menos reacciones emocionales extremas y se muestran más competentes socialmente.

Debido a estos cambios de humor la adolescencia es un periodo muy propenso a la depresión, sin embargo, es importante distinguir entre espisodios ocasionales de depresión y estados de depresión profunda. En el primer caso, entre el 25% y el 40% de la chicas y entre el 20% y el 35% de los chicos informan haberse sentido desesperanzados durante dos o más semanas seguidas, lo que influyó negativamente en sus actividades diarias; sin embargo, sólo un 3% experimenta un auténtico trastorno psicológico de depresión severa.

Como puede observarse en los datos y al igual que sucede en la población adulta, las chicas adolescentes manfiestan una mayor incidencia de episodios depresivos que los varones. Aunque la explicación no está clara, tal vez sea debido a un mayor nivel de exigencia por parte de las chicas.

Por otro lado, aunque tradicionalmente se ha considerado responsable de las alteraciones en los estados de ánimo, así como la depresión, a los cambios hormonales, la realidad es que los factores sociales .Así el fallecimiento de algún familiar, problemas familiares o con los amigos y repetidos fracasos escolares, problemas de alimentación, entre otros, pueden ser el desencadenante de episodios depresivos, que si no se tratan a tiempo por medio de un especialista, con el tiempo puede llevar en algunos casos, a una profunda depresión.

En la adolescencia todavía no está desarrollada del todo la personalidad, por eso es facil que los adolescentes sufran en mayor medida, falta de autoestima, falta de identidad personal y falta de autocontrol , que unido a determinados acontecimientos sociales, que puedan acontecer en sus vidas, les hace proclives a iniciar un estado depresivo.

Un estado depresivo tratado a tiempo tiene mejores prespectivas éxito. Por eso los padres deberemos estar atentos, ante cualquier síntoma que se salga de las perspetivas normales de comportamiento, en nuestros hijos y acudir a un especialista, este valorará el estado anímico y nos indicará la pautas a seguir.

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