LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

domingo, 4 de agosto de 2013

RECUERDO Y OLVIDO


Todo aquello que pueda relacionarse con lo ya sabido, queda grabado y es más fácil de recordar.

El proceso de recuerdo comienza con la fijación y termina con la evocación. Durante el proceso de recuerdo se crean multitud de conexiones entre nuevos datos y otros ya conocidos, de tal menera que, cuando oímos algo que queremos recordar, se deberá relacionar y asociar con el máximo número posible de cosas que tengamos ya en la memoria.

Pero ¿Cuales son las causas del olvido? ¿Porque se produce?

Las causas más comunes por las que se olvida lo aprendido son:
  • Memorizar sin comprender.
  • Falta de atención o concentración.
  • Falta de repaso o revisión de lo estudiado.
  • Dificultad para conectar lo aprendido, con lo que sabemos.
  • Deficiente transferencia.
  • Exceso de nerviosismo y bloqueo mental.
  • Desinterés y desmotivación hacia el aprendizaje.
Por otra parte, los factores que favorecen los procesos de recuerdo son los siguientes:

  • La percepción: el proceso de la percepción es de caracter inferencial y constuctivo, generando una representación interna de lo que sucede en el exterior a modo de hipótesis. Para ello se usa la información que llega a nuestros receptores y se va analizando paulatinamente, así como la información que viene de la memoria, que nos ayuda a la interpretación y a su representación.
  • Si disponemos de una buena percepción el proceso de recuerdo será más eficaz; para ello es muy importante servirse de diagramas, esquemas, dibujos etc. para representar la información. Cuantos más sentidos impliquemos, mejor será la fijación.
  • La impresión: la impresión de lo que se lee ha de ser clara, si queremos garantizar una adecuada retención. Este será el método más adecuado para retener la información a lo largo del tiempo. La organización del material de estudio es primordial, es importante fragmentar, estructurar y presentar el tema, de tal manera que nos permita una mayor comprensión del mismo y el establecer todo tipo de conexiones entre sus diferentes partes.
  • El interés o la motivación: el interés o la motivación por el estudio, facilita la concentración y la atención. Existen cuatro estrategias fundamentales, que contribuyen a que una actividad sea más interesante:
  1. Desafio: es necesario proponer al estudiante una meta clara y significativa, o una meta de alcance incierto. Las actividades desafiantes, son aquellas que se sitúan en un nivel de dificultad intermedio para el estudiante, ni muy simples ni muy difíciles.
  2. Curiosidad: nace cuando las actividades proporcionan información o ideas sorprendentes, incongruentes o discrepantes respecto a sus ideas o creencias personales.
  3. Control: los ambientes de aprendizaje adecuados, desde la perspectiva de la motivación, son aquellos en los que los estudiantes tienen control de las actividades y se sienten autónomos para lograr el éxito de su ejecución.

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