LICENCIADA EN PSICOLOGÍA.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID 1998. PSICOPEDAGOGA.UCM.2005

jueves, 26 de diciembre de 2013

PROBLEMAS DE SALUD MENTAL DESPUÉS DE LOS 65 AÑOS



El envejecimiento de la población tendrá graves consecuencias en el conjunto de la sociedad, sobre todo en la fuerza de trabajo, en los sistemas de salud y en las redes de cuidados formales e informales. Se deberán diseñar planes eficaces de respuesta, para el aumento de problemas como: la demencia, ansiedad o depresión, con alta prevalencia en este rango de edad.

Se estima que entre el 2 y el 10% de todos los tipos de demencia comienzan antes de los 65 años y su prevalencia se duplica cada cinco años, a partir de esa edad. El diagnóstico de las demencias es tardío y los servicios sanitarios no están preparados para dar respuesta a esta demanda, por eso la responsabilidad acaba recayendo en los familiares, afectando seriamente su calidad de vida. La demencia es la causa principal de dependencia y discapacidad en las personas mayores.

Pero este no es el único problema que se da en estas edades, la depresión es el problema con más prevalencia y da lugar a un grave deterioro en su funcionamiento físico, mental y social, afectando además al curso y evolución de cualquier otra enfermedad crónica que presenten. Las personas mayores que tienen depresión asisten más frecuentemente al médico, permanecen más tiempo hospitalizadas y reciben más medicación. Existe la creencia errónea de que; el estado depresivo es un síntoma normal del envejecimiento en esta etapa, aunque esto no es así y debe ser detectado y tratado a tiempo, para no sufrir un rápido deterioro.

Otro de los trastornos que con más frecuencia suele darse en la tercera edad es la ansiedad, el trastorno de pánico y las fobias, se presentan en un 10% de las personas mayores y acaba interfiriendo notablemente en la capacidad para realizar actividades de la vida cotidiana., disminuyendo drásticamente su calidad de vida. La ansiedad en personas mayores también es un síntoma de depresión y su presencia puede exacerbar la sintomalogía física que acompaña estos procesos, como dolores, complicaciones médicas entre otras. Por eso resulta esencial evaluar la presencia de estos síntomas a partir de los 65 años.

Las personas mayores pueden presentar también otros problemas que pueden darse a cualquier edad como: el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo, las adicciones y con menor prevalencia la esquizofrenia. Los síntomas psicóticos como las alucinaciones y los delirios, pueden ser producto de determinadas enfermedades físicas como la demencia, infecciones, trastornos hormonales o metabólicos, daños sensoriales o abuso de sustancias.

Los responsables de las políticas sanitarias, deben ser conscientes de esta problemática cada vez más frecuente en la tercera edad y para la que hoy en día no se está dando la solución adecuada y que de seguir así en el futuro, el envejecimiento de la población con esta problemática repercutirá definitivamente en el conjunto de la sociedad, estructuración y funcionamiento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario